Airbus y Voyager Space se unirán para construir la sucesora de la Estación Espacial Internacional (EEI), marcando un importante paso hacia el futuro de la investigación espacial comercial. Con la inminente jubilación de la EEI, ambas empresas han firmado un acuerdo estratégico que les permitirá competir en un concurso organizado por la NASA para desarrollar la próxima generación de estaciones espaciales.
La NASA asignará 550 millones de dólares a cuatro consorcios durante la primera fase de la competencia, y Airbus y Voyager están determinados a presentar una propuesta sólida para desarrollar su estación espacial comercial llamada "Starlab". A diferencia de la EEI, Starlab será construida y operada por el sector privado, convirtiendo a los gobiernos en arrendatarios, lo que permitirá reducir los costos de capital asociados con proyectos espaciales de esta magnitud.
Dylan Taylor, director ejecutivo de Voyager, explicó que este enfoque permitirá una innovación más rápida en áreas críticas como el cambio climático y la escasez de alimentos, lo que podría brindar un impacto positivo en la humanidad en general.
La alianza entre Airbus y Voyager representa una poderosa combinación de experiencia en la industria espacial y el diseño de proyectos sustentables para el espacio. Jean-Marc Nasr, jefe de sistemas espaciales de Airbus, destaca que esta colaboración alinea los intereses de ambas empresas y sus respectivas agencias espaciales, lo que fortalece su posición en la competencia por el contrato de la NASA.
No obstante, Airbus y Voyager no son los únicos en la pelea. Blue Origin y Sierra Space presentan su propuesta llamada "Arrecife Orbital", un parque empresarial de uso mixto que combina actividades comerciales, industriales e investigativas. Mientras tanto, Northrop Grumman y Axiom Space ofrecen soluciones más cercanas al concepto actual de la EEI, apostando por un diseño modular y adaptable que permitirá misiones civiles y comerciales más asequibles.
La NASA planea seleccionar dos diseños en 2025, otorgando un contrato millonario al ganador. Se espera que la operación de la próxima estación espacial supere los mil millones de dólares anuales, lo que generará nuevas oportunidades de negocios para la empresa triunfadora y permitirá el crecimiento del mercado espacial comercial.
Mientras avanzan con sus planes futuristas, la NASA también tiene en cuenta la jubilación de la EEI. La agencia espacial está preparando un remolcador para sacar la estación de órbita y llevarla a Point Nemo, un lugar en el Océano Pacífico sin riesgo para la población, donde será destruida de manera controlada.