En medio de una ola de violencia, al menos una decena de personas, incluyendo dos agentes de policía, perdieron la vida en ataques coordinados por organizaciones delictivas en Ecuador.

Los trágicos hechos ocurrieron en Nobol, provincia de Guayas, donde los cabos segundos Alex Taday y Luis Guanotuña fueron vilmente asesinados a tiros por delincuentes armados, según la Policía Nacional de Ecuador.

Este martes, Guayaquil, la ciudad más poblada de Ecuador, también fue escenario de ataques mortales, con ocho personas reportadas como víctimas de la delincuencia organizada.

“Este es el sacrificio que juramos a la patria y no descansaremos hasta dar con los responsables de este hecho criminal”, según indicó la Policía Nacional a través de sus redes sociales.

Ante esta escalada de violencia, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió un decreto declarando la existencia de un conflicto armado interno a nivel nacional.

Además, ordenó a las fuerzas militares desmantelar 22 grupos de crimen organizado transnacional, catalogándolos como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes.

La Policía Nacional informó sobre los resultados preliminares de sus acciones, destacando la detención de 70 personas, la liberación de tres agentes tomados como rehenes y la recaptura de 17 presos fugados. Además, se logró incautar armas, municiones, explosivos y vehículos utilizados por los criminales.

En un gesto de unidad nacional, la Asamblea Nacional de Ecuador expresó su respaldo a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y demás funcionarios encargados de mantener la seguridad y la paz en el país. Anunciaron la aplicación de "indultos y/o amnistías" según sea necesario para garantizar el cumplimiento de sus tareas.

En un pronunciamiento público, los legisladores ecuatorianos afirmaron trabajar "en unidad, sin importar las diferentes corrientes políticas e ideológicas". Asimismo, aseguraron que, en el ejercicio del control político, actuarán con oportunidad y prudencia, respetando la institucionalidad durante este estado de excepción.