“Debo aceptar que en el caso de la conciliación el esfuerzo es ejemplar. Me tocó durante el año pasado resolver con mis clientes cientos de conflictos laborales a través de la conciliación; no obstante, si no se mejoran otras áreas, seguimos perdidos", destacó,
Luego mencionó que el personal de conciliación desconoce mucho de la materia, "porque se trata de amigos, recomendados, apadrinados que desarrollan esta actividad y no la cumplen".
Recordó que sin notificación simplemente no hay procesos, y tengo un caso que lleva cuatro años y no se le ha dado a conocer a la contraparte. De ese tamaño es la deficiencia de la que hablamos, abundó.
Juárez Rivas agregó: "Pero sucede lo mismo en lo relacionado a los laudos; no hay personal capaz para su elaboración y entonces aquello se vuelve un desorden".
Aceptó que la Junta Local y también el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje (TECA) han mostrado una interesante evolución en lo que se refiere al uso de la tecnología. Buena parte de los instrumentos son equipos de cómputo y programas que agilizan los procesos, pero si todo ello no termina por mejorar la impartición de justicia, es un recurso perdido y el gobierno estatal tendrá que valorar todas esas cosas, y es que realmente le interesa dejar un buen sabor de boca en una área que tiene relación directa con la inversión privada y puede ser factor de confianza y desconfianza de los inversionistas.