Son ya dos o tres intentos por expulsarlo, incluso de la ciudad que gobierna, y a pesar de que ha tenido que recurrir a formas de defensa, seguramente nunca previstas en su vida deportiva, les ha dado la vuelta a sus enemigos, que aún poderosos y con todo el dinero del mundo, siguen fracasando en sus malévolas intenciones.

Convertido en víctima de las circunstancias, visto ahora casi como un héroe urbano, el Cuau, como le llaman muchos de cariño, es de los pocos servidores públicos que puede darse el lujo de caminar por las calles, prácticamente sin los muy de moda guaruras y recibir el apoyo popular, como ocurrió ayer, cuando desde el Centro histórico de la capital estatal se fue a pie a su despacho, posibilitando el acercamiento de quienes se lo toparon.

Él tiene esa satisfacción de ser protegido por sus propios gobernados, que aunque desde el exterior se diga que no ha hecho nada por ellos, éstos se preparan incluso para generar todo tipo de protestas si se le llega a destituir como edil.

Pero sus adversarios no dan tregua, por fortuna para Blanco, se viene el puente largo de vacaciones de fin de año y con esto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aquellos que no lo quieren debieron conceder un espacio de calma que deberá ser aprovechado por el alcalde. Sin embargo se advierte que por ahí por el 8 de enero, cuando reinicia actividades el Poder Judicial, su asunto será nuevamente el primero de los puntos a tratar.

Lo habíamos dicho en su oportunidad, tarde o temprano la decisión se iría a los tribunales federales, cosa que ya ocurre, porque finalmente es desde allá de donde se viene frenando la intentona de crucificarlo por la vía rápida y pareciera que ambas partes han comenzado a litigar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Por lo menos, ayer algunos diputados locales, entre ellos Francisco Moreno Merino, debían estar antes del medio día en ese alto tribunal y necesariamente el tema debió ser el caso Cuernavaca. La Corte ya está solicitando a los actores en Morelos los elementos mediante los cuales se justifica el procedimiento de juicio político, lo que indica que busca hacer una valoración propia sobre el tema.

Y si bien, por la vía legal pudiera haber suficientes razones como para relevar de la comuna al de Tepito, desde la capital del país hay indicios de que se cuidará el aspecto de la gobernabilidad y es ahí donde el Cuau tiene la ventaja, porque indudablemente que la nueva suspensión concedida sobre la controversia constitucional interpuesta por el equipo de asesores del presidente municipal, se valida a partir de interpretaciones no propiamente legales.

O sea la SCJN consideró el asunto como prioritario, tanto que aún siendo fin de semana, lo notificó a las partes, para evitar que eventualmente el Tribunal Superior de Justicia llegara a cometer algún exceso, pensando más bien en la paz de los cuernavacenses.

Y si los criterios en lo sucesivo tomarán este camino, entonces Cuauhtémoc Blanco Bravo se estaría imponiendo a sus detractores, de ello no hay duda. Ahora bien, si finalmente se opta por aplicar estrictamente el estado de derecho, pues el resultado pudiera ser diametralmente opuesto, es decir estaría siendo relevado.

Moreno Merino calcula que antes de finales de enero, el tema del juicio político pudiera estar llegando a su fin, que ya para entonces se habrían tomado las decisiones, en lo que corresponde a los poderes locales. Incluso se sometería al alcalde a un interrogatorio de tres preguntas, relacionadas con documentos mediante los cuales éste se dijo residente de Cuernavaca, a fin de contender por la presidencia.

Muchos se siguen cuestionando por qué, si había dudas sobre su residencia, los órganos electorales no intervinieron cuando era aspirante, pero el diputado local recuerda que éstos actúan de buena fe, porque no tienen otras facultades como para indagar los antecedentes y que por eso no se actúa en aquel instante.

Por donde se le quiera ver, estamos ante un suceso casi inédito, por los actores involucrados y el rumbo que ha tomado. No siempre en asuntos parecidos, se decide en función de la ley, hay ocasiones en las que las instituciones competentes en la materia, se ven precisadas a actuar con base en determinaciones políticas y de carácter social.

La capital del estado puede ser de poca trascendencia ante el contexto nacional, sin embargo, hablamos de unos 800 mil habitantes o más que sufrirían los efectos negativos si se toma una decisión equivocada, sus reacciones no se conocen hoy, pero serían de rechazo total a una eventual salida de Cuauhtémoc.

Con toda certeza le decimos que fácil, el 95% de los habitantes de esta metrópoli se han puesto del lado de su edil, quien lo dude, que intente una consulta popular y se dará cuenta. Generalmente cuando se trata de un problema como el que nos ocupa, a través de diversas vías, el gobierno federal busca tener perfectamente medido el terreno y seguramente que la Secretaría de Gobernación conoce del dato que arriba le mencionamos, por eso y aunque fuera su deseo no puede actuar a la ligera.

Bueno, pues se nos decía por ejemplo que muchos ayudantes municipales de Cuernavaca estuvieron al pendiente de lo que determinaba el Poder Judicial este sábado anterior, en el que sesionaron al respecto y que la intención era bloquear todas las entradas y salidas a la ciudad, en caso de que se hubiera decidido sacrificar a su presidente, por eso insistimos en que el Cuau les lleva cuatro o cinco goles a cero y les puede meter más en tiempos extra. Sólo necesitó de unas horas en huelga de hambre para que la noticia alcanzara niveles internacionales y seguramente que eso causó retortijones en sus detractores, que rápidamente doblaron las manos, así fuera por intervención superior.