Como nunca, están ingresando miles de millones de dólares y como siempre, los estamos dilapidando. Según datos oficiales de Banco de México, en los primeros tres meses del año el monto alcanzó la impresionante cifra de más de 25 mil millones de dólares.
Las razones de esta inusitada avalancha, son varias; inestabilidad y problemas internos de la Eurozona, magro crecimiento de la economía norteamericana, sobrecalentamiento de otras economías emergentes como la brasileña y argentina, mientras que la mexicana muestra relativa fortaleza de los indicadores fundamentales –inflación, reservas, déficit fiscal, deuda– pero la más importante, sin duda alguna la encontramos en la diferencia de tasas de interés entre el Cete mexicano y el Bono del Tesoro de los Estado Unidos.
Tasa de interés | |
Cete con vencimiento a un año | Bono del Tesoro, con vencimiento a un año |
4.56% | 0.16% |
Así, tenemos que el rendimiento en Cetes es 28 veces superior al de los Bonos. Ello ha originado una llegada importante de capital del exterior, que se ha colocado en inversión de cartera o conocida coloquialmente como Capital Golondrino o especulativo. Pero el problema en sí no es la llegada de capital del exterior, si no qué uso se le da y las repercusiones en la economía real.
Resulta que el 27 por ciento de ese Capital Golondrino se destinó a fortalecer las reservas internacionales, subieron en 6 mil 740 millones de dólares. El 16 por ciento lo recibió el sector privado, 4 mil 121 millones de dólares, seguramente una parte se utilizó para importar bienes de capital y modernizar el aparato productivo; pero el monto principal y que representa más del 50 por ciento sencillamente se esfumó por el confuso y opaco concepto de Errores y Omisiones, que contiene operaciones realizadas pero no declaradas, como contrabando o salida de capitales y lo preocupante es que por ahí se fueron el grueso de los recursos: 14 mil 313 millones de dólares.
Así, la Balanza de Pagos que es el resumen total de las cuentas de México con el exterior, arrojó prácticamente un equilibrio con el resto del mundo, un pequeño déficit de 47 millones de dólares; sin embargo, esa estabilidad se está logrando gracias a la llegada de éste capital, el cual por su naturaleza puede salir súbitamente. Basta recordar la célebre pero no por ello menos devastadora macro devaluación de diciembre de 1994 y la posterior crisis económica de 1995.
Ante la situación económica mundial, actualmente México es percibido como un destino confiable, por lo que seguramente en los próximos meses seguirá llegando capital del exterior; sin embargo, esa oportunidad se puede convertir en una bendición o en una nueva maldición, lo esencial es cómo usemos esos recursos.
Hay que privilegiar el lado real de la economía
Una opción es poner un impuesto al capital especulativo, muy similar al 3 por ciento que pagan los que sostienen la economía real cuando realizan depósitos superiores a 15 mil pesos en los bancos. Con ello ahuyentaríamos el capital especulativo y protegemos el sector real de la economía y, naturalmente, dar la bienvenida al capital productivo y que genera empleo, como las industrias u hoteles. Además al gravar o poner un tope a los dólares golondrinos, veríamos esa divisa en el rango de 14 a 15 pesos, y ante lo caro de los productos importados, los nacionales conservarían su mercado interno y hasta lo incrementarían, al mismo tiempo los exportaciones mexicanas resultarían más baratas y por lo tanto más competitivas. Con el fortalecimiento del mercado interno, surtido principalmente con la producción nacional, se reactiva la contratación de personal y además, entramos en un círculo virtuoso con crecimiento del 6 por ciento, que es sustentable en el largo plazo y con nuestras propias fuerzas. Así, con un dólar caro e impuestos al capital especulativo logramos excedentes comerciales, expansión del mercado interno y generación de empleo. Además, si los trabajadores, agricultores y empresarios pagan impuestos, ¿Por qué no los especuladores?
La otra opción y lo peor, es la que se está presentando, que es dar la bienvenida al capital golondrino y que no paga impuestos. Con su llegada excesiva está provocando una abundancia de dólares y por lo tanto que baje el precio de esta divisa, es decir se necesitan menos pesos para comprar un dólar; pero en el lado real de la economía tiene un efecto dañino, resulta más barato comprar los productos importados y a su vez hace más caros los productos nacionales en el exterior, es decir pierden competitividad los bienes y servicios del país frente al mundo y esa falta de competitividad se financia con capital llegado de fuera: nos prestan para pagar lo que se importa. Pero hay un gran inconveniente, nos estamos financiando con capital golondrino, que un día va dejar de llegar y ya no vamos a tener quién nos financie y no sólo eso, habrá que pagar las deudas contraídas y de ribete con un sector exportador poco competitivo y para acabarla de amolar, mediocres crecimientos de no más de 4 por ciento.
Tipo de cambio | |
Fecha | Pesos por dólar |
2 de Enero 2012 | 13.93 |
3 de Agosto del 2012 | 13.13 |
Como se puede observar el dólar se ha abaratado, a principios del año costaba casi 14 pesos y ahora ligeramente arriba de 13 pesos y posiblemente en los próximos días lo veamos por debajo de los 13 pesos. Para la mayoría puede ser motivo de gusto un dólar barato, el problema es la razón de por qué está barata esta divisa, y desgraciadamente no es porque tengamos una economía muy competitiva; sino gracias al capital especulativo de corto plazo, a la contratación de deudas y que el barril de petróleo está arriba de 100 dólares.
El Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, es un buen economista, pero se equivoca al preferir un dólar barato. En su visita a Londres el 26 de Julio expresó “puedo decir con confianza que hay espacio para que el peso se aprecie", antes de sus declaraciones, el día 25 de julio el dólar había cerrado a 13.65 pesos y ahora 7 días hábiles después, el peso se ha apreciado en 4 por ciento. Muy probablemente veremos en los próximos días el dólar por debajo de los 13 pesos, pero a costa de menor crecimiento del país, menor generación de empleo y contratación de deuda. Como nunca en la historia del país estamos recibiendo miles de millones de dólares y como siempre se están dilapidando.
Estimados lectores hasta el próximo lunes. Esta columna se publica en varios periódicos impresos y en la dirección electrónica www.poderydinero.com.mx , gracias.