El nuevo funcionario municipal, además, es hijo del general Ricardo Clemente Vega García, quien fuera secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio de Vicente Fox Quesada. Se trata, pues, de un ciudadano comprometido con Cuernavaca, su familia y a partir del pasado lunes con el alcalde Manuel Martínez Garrigós.
¿Quién no recuerda a los hermanos Chavaje, residentes en la colonia Carolina de Cuernavaca, primos del flamante secretario de Protección y Auxilio Ciudadano? Mauricio es hermano de Guillermo Vega Chavaje, anestesiólogo de varias instituciones del sector público y hospitales privados. Gente seria, respetable, con muchísimo arraigo entre la sociedad local.
Hombre de mano firme, identificado por su apego a la ley, el relevo de Sánchez Gatica tendrá como primer desafío sanear la policía preventiva metropolitana, donde recientemente fueron dados de baja 88 elementos que no aprobaron los exámenes de control y confianza aplicados por el Centro Estatal de Evaluación y Certificación dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. A Vega Chavaje le tocará identificar cualquier rescoldo heredado desde la administración de Francisco Sánchez González, actualmente preso en un penal de Nayarit por supuestos nexos con el crimen organizado. Secretario de Seguridad Pública y Tránsito Metropolitano la mayor parte del trienio que encabezó el actual diputado federal Jesús Giles Sánchez, el ahora procesado jamás se percató o fue indiferente respecto del servicio proporcionado por un grupo especial de reacción inmediata al cártel de los hermanos Arturo y Héctor Beltrán Leyva.
Tope lo que tope, caiga quien caiga, Vega Chavaje deberá aplicar la barredora sin ningún miramiento, inclusive sobre funcionarios y funcionarias caracterizados (as) en la gestión de Sánchez Gatica por haberlo rebasado. Pero algo más: la ciudadanía espera que el ex director jurídico de Capufe no cometa el mismo error de muchos, muchísimos servidores públicos y se rodee de incondicionales que a todo digan “sí”, mucho menos si provienen de cuestionadas administraciones en la mencionada paraestatal. Al contrario. Como hijo de un magnífico ex secretario de la Defensa Nacional tendrá que recurrir a todos sus contactos, a fin de mejorar el trabajo de inteligencia y operaciones tácticas dentro de una dependencia que, lamentablemente, exhibe los mismos problemas estructurales y vicios de otras corporaciones estatales y municipales diseminadas a lo largo y ancho del país.
Me parece, pues, que la sociedad cuernavaquense debe otorgarle a Vega Chavaje el beneficio de la duda, pues uno de los principales obstáculos a enfrentar, no sólo por él, sino también por el resto de dependencias municipales, es la insuficiencia de recursos financieros para modernizar una Secretaría cuya principal característica es el precarismo y las carencias. El sector es la viva expresión, la evidencia o la pistola humeante -para usar una figura coloquial- de una política gubernamental que todavía consiente la corrupción y alienta la delincuencia policíaca.
Cuernavaca y el resto de localidades morelenses presentan la misma crisis. Al no dotar de recursos a los policías se ha dado por hecho, antes que los agentes sean ineficaces, que delincan para completar sus ingresos y suplir las deficiencias de medios de trabajo.
Por lo demás, los policías no delinquen porque les paguen mal. Aceptan bajos salarios desde el momento en que ingresan a las corporaciones, porque saben que el pago de un bajo salario es compromiso implícito para permitirles la comisión de actos delictivos.
Cuando además la autoridad encarga a los policías tareas específicas y no aporta los recursos públicos indispensables, le está diciendo a los policías que están en libertad de obtener los recursos en donde mejor crean conveniente.
El 20 de mayo de 2005 se difundió un informe de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, en el sentido de que de los aproximadamente 400 mil policías existentes en el país, un 63.7 por ciento no contaba con un perfil de conocimientos y alta capacidad para ejercer sus funciones. ¿Cuántos de ellos se encuentran aún incrustados en la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca? La SSP detectó a 88, pero a Mauricio Vega Chavaje le corresponderá aplicar otra evaluación; y la sociedad de la capital morelense deberá respaldarlo, siempre y cuando sea congruente entre su decir y hacer.