Dicho nacimiento, quizás, fue casual o debidamente planificado por la familia del actual mandatario morelense debido a su relación con la del médico Caballero Díaz. En fin.
Y mencioné también el nombre del doctor Víctor Manuel Caballero Solano, hoy secretario de Salud en el Estado, cometiendo un error, pues lo proyecté como hijo y no nieto de don Saturnino, cuestión que me aclaró la señora Rosa Antonieta Caballero Díaz, hija del inolvidable facultativo y tía de quien, a partir del 1 de octubre de 2006, substituyó a Antonio Campos Rendón.
A mediados de mayo de 2006, en plena efervescencia política, Caballero Solano coordinaba las jornadas médicas propugnadas por el candidato Adame dentro de su campaña preelectoral. Desde entonces le vimos (y así lo publicamos) el perfil para convertirse en titular de los Servicios Médicos Estatales, cargo que asumió con un doble compromiso: primero, cumplir a cabalidad con su raigambre morelense; y segundo, responder con absoluta lealtad a la confianza depositada en él por Marco Adame, su antiguo compañero de Facultad. Ambos, años más tarde integrados al Poder Ejecutivo, cristalizaron un viejo anhelo: contribuir a la construcción de una nueva Facultad de Medicina en la Universidad Autónoma de Morelos, la cual se encuentra entre las más destacadas a nivel nacional. Y si algo ha caracterizado a la gestión de Caballero Solano es la fuerte inversión federal y estatal en materia de salud. Nunca como en el actual sexenio se habían aplicado cuantiosos recursos para preservar la vida de los morelenses, circunstancia que paulatinamente consolidó la posición del secretario del ramo dentro del gabinete de Marco Adame Castillo.
Me parece que no hay ningún sitio de nuestra entidad donde Víctor Manuel Caballero Solano no sea identificado; y su nombre volvió a ser retomado en un creciente contexto de competencia política, aunque todavía no electoral, por el secretario general del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Liborio Román Cruz Mejía, quien lo ubicó ayer a la cabeza de una eventual terna de candidatos panistas a la gubernatura, rumbo a los comicios de 2012, seguido del senador Adrián Rivera Pérez y “un prestigiado empresario morelense plenamente identificado por diversos sectores sociales, sin pertenecer a ningún partido político”. No reveló el nombre, pero este columnista podría aventurarse a especular alrededor de Guillermo León Flores, ex presidente de la Fundación Comunitaria de Morelos; ex presidente del Consejo Consultivo de Nacional Financiera en el Estado; presidente del Instituto para la Integración de Personas con Discapacidad, y miembro del Comité Técnico del Fideicomiso Ejecutivo del Fondo de Competitividad y Empleo de Morelos.
Desgatada como se encuentran la política y todos los partidos, la sociedad civil ha ganado espacios en la pasada década al margen de las estructuras gubernamentales, lo cual también ha quedado evidenciado en Morelos, cuya sociedad esperaría en 2012, no a un político dizque “profesional” (los morelenses hemos sufrido centenares de decepciones con ellos), sino a alguien mucho más simple y afín a sus circunstancias. Hasta ahora no hemos constatado plenamente la inclinación ideológica de Víctor Manuel Caballero Solano, pero sí su lado humano y calidad de servicio para quien fuere, incluyendo a políticos, politicastros, politiqueros, politiquillos y politicones que abundan en Morelos. A ver.
Pasando a otro tema diré que varios de esos politiqueros se reunieron anteayer en el escenario de la elección de nuevos dirigentes estatales priístas. Me refiero a Maricela Sánchez Cortés y Guillermo del Valle Reyes (la Dupla del Oriente), quienes le solicitaron “de la manera más atenta” al auditor Gerardo Casamata Gómez amenazar a los alcaldes de Tepoztlán, Zacatepec y Miacatlán con “rigurosas auditorías”, lo cual cumplió a cabalidad el mercenario fiscalizador. Desconozco si dichos presidentes municipales se intimidaron y cejaron en su empeño de respaldar al diputado local Amado Orihuela Trejo. Por cierto, hasta el momento de redactar la presente columna había trascendido que el también diputado Julio Espín Navarrete será el candidato de la Dupla rumbo a la contienda priísta, aunque pudiendo llevar a Maricela Sánchez en la fórmula. Lo cierto es que empezó a verse de nuevo el bajo mundo de la política morelense.