Sus componentes secuenciales son individuos, grupos, sistemas, mecanismos de decisión, estructuras y colectividades, bajo los siguientes factores: disposición individual a la agresión innata o adquirida; los grupos de interés; las élites dominantes; los medios de comunicación masiva; el sistema político y la cultura política; el gobierno y la burocracia central; la estrategia internacional de un país hacia otro; la dinámica de decisión en momentos críticos; los procesos de escalada; la dinámica propia y las reacciones del ambiente internacional; la acción de clases sociales; el lenguaje político.
Ni duda cabe: la efervescencia preelectoral que empieza a surgir por todo Morelos incluye campañas de ataques contra los presuntos candidatos más fuertes hacia tal o cual cargo de elección popular. Y conforme nos acerquemos a los comicios del primero de julio de 2012, la agresión subirá de intensidad, lo cual es normal. Siempre ha ocurrido así, pues los partidos políticos están conformados por hombres emocionales y no por ángeles. Además, la política no conoce escrúpulos. Al contrario: los políticos, politiqueros, politicastros y politiquillos muchas veces dejan impregnada su indignidad en la sinuosa ruta hacia el poder. Les place simplemente oler el poder. Y como carecen de escrúpulos agreden a quien consideren un obstáculo.
Hoy por hoy la más cruenta lucha se está dando entre los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI). La primera institución detenta el control sobre el Poder Ejecutivo y la segunda posee la mayoría en el Legislativo, así como más del 50 por ciento de los municipios. El PAN difícilmente dejará perder la gubernatura, aunque le faltan prospectos sólidos para competir el año próximo. Dícese que hasta el mismísimo presidente Felipe Calderón está dispuesto a fortalecer las acciones del gobierno federal en Morelos, a fin de posicionar al PAN rumbo a las elecciones. Obviamente, FCH está más que interesado en que su partido retenga la presidencia de la República, pero desea lo mismo en nuestra entidad. Así que en breve o en los tiempos fijados por el gobierno federal, coordinado con el estatal, observaremos obras importantes de infraestructura, algunas de las cuales romperán paradigmas. Así actúa el PAN. Y cuente usted con que, muy a tiempo, capturará a connotados hampones y otros personajes del sector público asociados a aquellos, con el objetivo de conseguir un efecto parecido al que fortaleció a Barak Obama en Estados Unidos. Cuando el nivel de popularidad del presidente norteamericano se encontraba peligrosamente abajo, rumbo a su reelección, un grupo especial del Ejército de EUA mató a Osama Bin Laden, con lo cual Obama se encamina hacia un periodo más al frente de la Casa Blanca.
En Morelos el PAN se ha cohesionado durante los tiempos preelectorales. Empero, hoy aparecen dos rutas en el horizonte de este partido hacia los comicios de 2012. Por un lado tenemos al gobernador Marco Adame Castillo y su gabinete legal, y por el otro al Comité Directivo Estatal del PAN, a cargo de Germán Castañón Galaviz, quien está sometido por el grupo del senador Adrián Rivera Pérez, hoy por hoy colocado en el primer sitio de las preferencias electorales panistas, aunque rezagado frente a la intención actual del voto de manera general, que favorece a Manuel Martínez Garrigós (PRI), presidente municipal de Cuernavaca. El objetivo, pues, de las campañas sistemáticas de ataques que ejecuta hoy el partido blanquiazul -al margen de Marco Adame- es MMG. Hay que agredirlo, bajarlo del nivel de popularidad, mientras el edil se dispone a fortalecer su rentabilidad electoral, no solo en Cuernavaca, sino en el resto de regiones morelenses. Tiene la obligación de hacerlo. Asimismo, Martínez Garrigós debe lidiar con otro problema: el fuego amigo dentro del PRI, cuyo presidente estatal, Amado Orihuela Trejo, parece apuntar hacia la gubernatura, para conseguir una senaduría o de perdida una diputación federal. Lamentablemente, en el proceso está enviando falsas señales a la militancia, mientras el diputado federal Francisco Moreno hace lo propio, aunque proyectándose “fortalecido” rumbo al 2012 mediante recursos mediáticos que nadie cree. Busca la candidatura a la antigua.
Hoy por hoy, al PRI no lo caracteriza la solidaridad, ni el cumplimiento de cualquier número de promesas que posteriormente son quebrantadas. No se le dan estas virtudes. Por eso, en la lista de aspirantes a la gubernatura, aparecen quienes de alguna forma u otra han coqueteado con otros institutos políticos, como es el caso de Jorge Morales Barud y Fernando Martínez Cué. Tocante al primero, el acto que presidió el miércoles tuvo como objetivo enviarle un mensaje al PRI: si no soy el candidato, me voy al PAN, donde ya hay otro cuadro forjado dentro del priismo: Hugo Salgado Castañeda, secretario de Turismo, quien se perfila hacia la presidencia municipal de Cuernavaca. Imaginen ustedes la mancuerna Morales-Salgado y verán una fórmula competitiva para los azules. Por lo pronto, el rival más fuerte es Martínez Garrigós cuyo principal don es su juventud. A todos los que “suenan” se les conocen vicios. Con MMG no sucede igual. Por ahora. Por eso hay que bajarlo, dicen sus detractores.