No obstante, tal situación crítica no parte de una inclinación natural al desastre, sino de determinados factores que han erosionado sus bases, que el cine nacional proyectó con gran orgullo durante su época dorada.
Algunos sociólogos ubican a la situación económica como primer factor de corrosión. Dicho escenario apareció después de varios sexenios de “desarrollo estabilizador” y el comienzo del liberalismo económico propugnado por una pléyade de gerentes públicos incrustados en los más altos niveles del gobierno federal. El resultado: desempleo, aumento del ocio, apatía, incertidumbre, miedo, depresión, múltiples expresiones de actos ilegales para la obtención de dinero y violencia intrafamiliar. Sumen ustedes la revolución tecnológica, que impactó las bases de familias surgidas a finales de los años sesenta, principales destinatarias de la “era digital” con la cual se conectaron enormes extensiones del globo terráqueo. La principal característica de tal desfase fue una brecha de comprensión entre las generaciones implicadas, propiciando un fenómeno social cuya resultante ha sido el individualismo. Las “redes sociales” confirman el proceso.
Otras circunstancias tienen estrecha relación con la imposibilidad de adquirir viviendas dignas, más allá de las que ofensivamente promueven los grandes desarrolladores inmobiliarios; tratándose de cuartitos donde los niños permanecen enclaustrados o son obligados a salir a la calle, donde lo que menos existen son espacios diseñados para la recreación. Las familias duermen apiladas, codo con codo, en sitios donde llegan a vivir otras con orígenes sociales diversos y hasta contrapuestos. Y también aparecen los contenidos de los medios de comunicación, cuyo rol es protagónico. Abundan los mensajes contradictorios, la doble moral y el doble discurso.
Es así como quise llegar al más reciente feminicidio acaecido en la Unidad Fovissste las Aguilas de Cuernavaca. A escasas 24 horas de haber sido cometido el asesinato de una maestra jubilada de 65 años de edad, la Fiscalía de Homicidios de Mujeres y Delitos Sexuales de la PGJ aclaró el horrendo asesinato. Como antecedente debo precisar que el cadáver de la mujer fue localizado ayer en el fondo de una barranca contigua envuelto en dos sábanas, mientras los peritos descubrieron que murió asfixiada por sofocación. ¿Y saben ustedes quién fue el victimario? ¡Un hijo suyo de 27 años de edad!
El joven arribó cerca de la medianoche del domingo a su domicilio, sito en un andador de dicha unidad habitacional, y como su madre le reclamó la llegada tarde, el imputado reaccionó de manera violenta, la tomó de una mano y la proyectó contra un sillón, golpeándola repetidamente en el estómago y presionándola sobre el asiento hasta que dejó de respirar. Posteriormente, agregó el implicado, la bañó en dos ocasiones, limpió el lugar de los hechos con cloro para no dejar huella; todos los objetos utilizados los envolvió en dos sábanas, donde colocó a su madre, y finalmente decidió arrojarla a la barranca, donde más tarde fue localizada. Derivado de lo anterior el presunto homicida fue puesto a disposición del Ministerio Público, a fin de que determine su situación legal.
Por otro lado he de referirme a la misteriosa muerte del niño Carlos Javier Aguilar Ortiz, estudiante del Colegio de Bachilleres 04, sito en Cuautla. El hecho ocurrió el pasado 14 de junio cuando, supuestamente, el niño fue víctima de “bullyng”. Sin embargo, en un escrito presentado por su madre, la señora Sandra Olivia Aguilar Ortiz (a manera de ampliación ante el Ministerio Público), se denuncia que Carlos Javier recibió hace meses amenazas de muerte por haber revelado el tráfico de drogas en la escuela. La denunciante indicó que ya había hablado al respecto con el director del plantel, de nombre Adrián Noriega Granados, sin que hubiera hecho algo para evitar cualquier agresión en contra de Carlos Javier. Desde luego, la señora Aguilar considera que los directivos del COBAEM 04 crearon las condiciones para un hecho que pudiera aparecer como “bullyng”, cuando pudo tratarse de un asesinato. Lo peor es que en el mismo documento refiere otros hechos ocurridos en septiembre de 2010 y cuyo principal protagonista fue el antecesor de Noriega Granados, de nombre Javier Centeno Alvarez, quien, según ella, tenía vínculos con bandas criminales externas.
Efectivamente: el tejido social se integra con todas las unidades básicas de interacción y socialización de los distintos grupos y agregados que componen una sociedad; es decir, por las familias, las comunidades, los símbolos de identidad, las escuelas, las iglesias y en general las diversas asociaciones. Ya señalamos que la familia y la escuela están en crisis. Pero, ¿cómo se encuentra el resto? Saquen ustedes sus propias conclusiones, estimados lectores. Esperamos sus comentarios en el correo electrónico. Hasta la próxima.