Su naturaleza les impide la cohesión, la solidaridad, el respeto mutuo, la admisión sincera de compromisos, el cumplimiento de promesas, la lealtad y otros valores que, al menos frente a la opinión pública, sí exponen los militantes adheridos al Partido Acción Nacional, quienes “lavan los trapos sucios en casa”. Podrán –los panistas- tener severos desencuentros, pero nunca se desgarran las vestiduras ante cámaras y micrófonos.
Sirva lo anterior como un preámbulo para comentar lo expresado el sábado anterior por Humberto Moreira Valdez, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en la LIV Sesión Ordinaria del Consejo Político Nacional (CPN). A ella asistió la plana mayor del partido tricolor: la mayoría de sus gobernadores, ex presidentes del partido, diputados federales, senadores y dirigentes de todos los sectores y organizaciones adherentes. Fue de hecho el arranque del proceso interno para elegir al candidato presidencial, aunque Moreira aclaró que primero deberá definirse el método de selección. Todos sabemos que los estatutos tricolores solo consideran dos mecanismos: la elección abierta a la militancia, o la candidatura unificada a través de una decisión del CPN o los consejos políticos estatales, tocante al caso de candidaturas gubernamentales.
Sin embargo, Moreira advirtió lo siguiente (enfocado también a la creciente ebullición dentro del PRI-Morelos): “En el PRI ya no caben las rupturas. Es el momento de un nuevo entendimiento entre nosotros. Un entendimiento cordial, animoso, participativo e incluyente. Solo así vamos a probarle a la ciudadanía la confiabilidad, la fuerza, la legitimidad y la limpieza de una organización en la que no hay y no habrá lugar para la deslealtad”. A juzgar por las palabras del ex gobernador coahuilense, el PRI deberá mantener la cohesión interna si quiere recuperar la primera magistratura nacional, y lo mismo tendrán que hacer los grupos priistas morelenses si en realidad desean relevar al PAN en la titularidad del Poder Ejecutivo, hoy a cargo de Marco Adame Castillo quien, junto con otros exponentes del panismo local y en repetidas ocasiones, ha de emitir estridentes carcajadas cuando observa hechos como el de anteayer, en el restaurante “La Universal” de Cuernavaca.
Dicho espacio gastronómico fue el escenario para un encuentro entre Manuel Martínez Garrigós, presidente municipal de Cuernavaca; Maricela Sánchez Cortés, ex candidata gubernamental del PRI (2006), y Guillermo del Valle Reyes, ex diputado federal y local y ex líder estatal del PRI. El objetivo de la reunión, donde la Dupla del Oriente capitalizó la fuerza del alcalde cuernavaquense y su envidiable posición en las encuestas, fue enviarle un mensaje al presidente estatal del PRI, Amado Orihuela Trejo. El discurso así lo evidencia: “Este encuentro no significa la adhesión con nadie, sino para hacer un llamado a las dirigencias nacional y estatal a fin de que eviten dedazos, designaciones cupulares o entrega de candidaturas por compromisos; y exigir respeto a la base militante y a los liderazgos regionales”. Lanzaron, pues, la siguiente advertencia, no obstante que a nivel nacional no se ha definido el método para elegir al candidato presidencial: “Aquí queremos que las candidaturas surjan mediante una consulta abierta a las bases, como lo establecen los estatutos de nuestro partido, y no por acuerdos, compromisos o arreglos sobre la mesa o de grupos con responsabilidad partidista”.
Desde luego, MMG y la Dupla exigen una definición a Amado Orihuela: preside el PRI o es precandidato a la gubernatura, pero no puede ser juez y parte, con lo cual mucha gente está de acuerdo. Tal dicotomía de Orihuela está generando conflictos, a lo cual se suma la ineptitud del delegado general del CEN del PRI, Adalberto Castro. Asimismo, los convidados en “La Universal”, se nota, ya están hartos de las poses asumidas por quienes evidentemente buscan la candidatura gubernamental a la antigua: mediante alianzas cupulares. Y finalmente, la Dupla y MMG pretenden poner un dique a las famosas encuestas, instrumentos engañosos que muchas veces favorecen a quienes las pagan.
Dicen que unen más los odios que las pasiones. Ni duda cabe: la Dupla y MMG encabezan actualmente las dos corrientes más sólidas dentro del PRI-Morelos, sin subestimar a la de Orihuela Trejo. Pero sobre el caso de Maricela y Guillermo es importante recordar que no se les da el cumplimiento de acuerdos. Y así como Manuel anhela la candidatura gubernamental, también ellos en un contexto donde ambos impugnan la deslealtad de Jorge Morales Barud y otros priistas que, en momentos críticos (aquí tienen razón), se alejaron de su partido y sucumbieron ante el dinero fácil. Sin embargo, es preferible que no escupan hacia arriba, porque abundan los rumores sobre su cercanía con el Ejecutivo. Al buen entendedor, pocas palabras.
Y respecto a la presencia de Manuel en “La Universal” quiero recordar un capítulo de la película “El Padrino I”. Al escuchar la noticia sobre el asesinato de su hermano Santino, Michael Corleone (Al Pacino) retorna a la gran manzana asumiendo el control de la familia. Su padre, don Vito Corleone (Marlon Brando), le dice que Barzini querrá eliminarlo en una reunión, y que quien convoque a ese encuentro será un traidor. Más tarde, la reunión le es propuesta por Sal Tessio, amigo personal de Don Vito, quien recibiría el merecido castigo por la traición. ¿Quién propuso a Manuel el encuentro con la Dupla?