La misma situación se repite en el caso de los procuradores de Justicia y secretarios de seguridad pública federales, estatales o municipales. Sin embargo, la inseguridad no es un problema subjetivo, de simple percepción. Es real y las autoridades federales lo miden con la “tasa por cada 100 mil habitantes”, instrumento que permite la comparación entre jurisdicciones de diferente proporción geográfica y poblacional.
El uso de la violencia para la comisión de delitos en Morelos incrementó la sensación de inseguridad entre los ciudadanos generando consecuencias en la psicología y el comportamiento de quienes lo sufren: sensación de pérdida de derechos; incremento en los gastos públicos y privados relacionados a tópicos de seguridad; disposición creciente a portar armas; creciente apoyo a procurarse “justicia” por mano propia, y apoyo a actividades violentas y/o ilegales de la policía. La inseguridad pública nace de dos fuentes, a menudo complementarias: 1) Sensación de temor al enfrentar un peligro imprevisible; y 2) Indefensión, esto es, saber que sólo se cuenta con las propias fuerzas para defenderse, porque nadie está dispuesto a protegernos. El crimen es la principal causa de la sensación de inseguridad, mientras que la negligencia, la incompetencia y la corrupción en el sistema de justicia generan indefensión.
El número de delitos cometidos y denunciados -a nivel nacional- fue en 2010 de 1 millón 838 mil 109, con una tasa de 1636.3 delitos perpetrados por cada 100 mil habitantes. Según datos contenidos en los Anexos Estadísticos del V Informe del presidente Felipe Calderón Hinojosa, el mayor porcentaje de dicha cifra, por cada 100 mil habitantes, corresponde a los siguientes estados (el orden es descendente): 1) Baja California, con una tasa de 4004.7; 2) Tabasco, 3034.3; 3) Yucatán, 2844.6; 4) Quintana Roo, 2779.6; 5) Baja California Sur, 2684.2; 6) Morelos, 2584.5; 7) Distrito Federal, 2519.2; 8) Chihuahua, 2198.1; 9) Durango, 1933.1; y 10) Coahuila, 1858.5.
El mismo informe presidencial contiene el número de averiguaciones previas registradas (con relación a delitos denunciados) por cada una de las procuradurías generales de justicia de las entidades mencionadas y el resto de la República Mexicana, excepto en lo tocante a 2011, periodo que en el V Informe abarca solo de enero a junio del presente año. Es importante subrayar que se trata únicamente de los delitos dados a conocer a las autoridades por los ciudadanos afectados, recordando que muchas víctimas no han procedido legalmente engrosando las “cifras negras”. Como pudo apreciarse en la cantidad de delitos que por cada 100 mil habitantes registran los diez estados con mayor incidencia delictiva, Morelos ocupa el nada honroso sexto lugar a nivel nacional con 2584.5.
A continuación desglosaré la evolución de los ilícitos denunciados ante la PGJ desde enero de 1997 hasta junio de 2011. Según los Anexos del V Informe de Felipe Calderón Hinojosa, las cifras absolutas de delitos registrados por la PGJ de Morelos ascendieron en 1997 a 27 mil 295, con una tasa de 1849.1 delitos por cada 100 mil habitantes. Debo recordar que, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 1990, había 1 millón 196 mil habitantes en toda la entidad (583 mil 785 hombres y 611 mil 274 mujeres). Es decir: Morelos ya presentaba desde entonces importantes niveles de conflictividad, que se agudizaron en los años posteriores. En 1998 la cifra de delitos bajó a 25 mil 724 (tasa de 1715.2), pero subió en 1999 a 30 mil 281 (1990.0).
El Censo de Población y Vivienda 2000 indicó que Morelos tenía 1 millón 555 mil 296 habitantes (750 mil 799 hombres y 804 mil 497 mujeres). Para el mismo año 2000 la incidencia delictiva llegó a 27 mil 226 ilícitos cometidos (tasa de 1766.3 por cada 100 mil habitantes); en 2001 creció hasta 35 mil 422 (tasa 2271.2); en 2002 hubo 33 mil 470 delitos (tasa 2122.9); en 2003 se contabilizaron 33 mil 872 (2127.2); en 2004, 36 mil 513 (2272.2); en 2005, 41 mil 951 (2588.2); en 2006, 44 mil 506 (2722.5); en 2007, 45 mil 312 (tasa de 2748.7); en 2008, 46 mil 104 (2774.3); y en 2009, 48 mil 149 (2874.9).
El Censo de Población y Vivienda 2010 indicó que para ese año nuestra entidad tenía 1 millón 777 mil 227 habitantes (858 mil 588 hombres y 918 mil 639 mujeres). Así, el año pasado se cometieron 45 mil 932 delitos, con una tasa de 2584.5 perpetrados por cada 100 mil habitantes. Y de enero a junio de 2011 la cantidad de delitos denunciados ante la Procuraduría General de Justicia había llegado a 24 mil 100. Noten ustedes que la población creció en 581 mil 227 habitantes desde 1997 hasta el año pasado, pero la incidencia delictiva lo ha hecho con mayor intensidad.
Nuestra entidad federativa lleva muchos años entre los primeros cinco o seis sitios de mayor incidencia delictiva en todo el país, lo cual llama la atención de propios y extraños debido al tamaño del territorio morelense y su densidad poblacional frente a estados más grandes y que supuestamente son más “peligrosos”. ¿Chiquito pero conflictivo? ¡Vaya que sí! Habitamos un estado dañado en su tejido social, donde la paradoja se cumple con dos viejos criterios emergidos de la sabiduría popular: “El Estado siempre está en el ojo del huracán” (la zona centro de la República), y/o “Pobre Morelos: tan lejos de Dios, pero tan cerca del Distrito Federal”.
Sin embargo, le comento a usted que, desde siempre, las estadísticas criminógenas de la Procuraduría relacionadas con el robo (en sus diferentes modalidades) apuntan hacia una grave incidencia de este delito entre miles de víctimas que, evidentemente, perciben así un grave escenario de inseguridad pública aunque se tengan avances en el combate de otros delitos de alto impacto que han proyectado a Morelos como una entidad infestada de delincuencia organizada. El robo ha ocupado y sigue ocupando el primer sitio de toda la incidencia criminal. Su comisión es reiterada por falta de vigilancia policíaca y una verdadera cultura de prevención del delito, pero también por la benevolencia del Código Penal, en su título noveno, concerniente a los delitos patrimoniales, cuyo contexto genera impunidad. ¿Llegaremos a 50 mil delitos al concluir el presente año? Al tiempo y lo sabremos.