Es un secreto a voces que el senador Manlio Fabio Beltrones declinará en la búsqueda de ser el abanderado priista en la jornada comicial de 2012, ante las muestras de claro favoritismo hacia la figura de Enrique Peña Nieto; ese en sí no es el temor o la incertidumbre, sino bajo qué circunstancias, con qué acusaciones y señalamientos, con cuáles denuncias, hará su anuncio.
La gota que derramó el vaso fue la manipulación que se hizo de la convocatoria aprobada por el Consejo Político del PRI, que una vez publicada su contenido no coincidía; el secretario de Asuntos Jurídicos del PRI, Raúl Cervantes, argumentó que con base en los estatutos vigentes Moreira Valdés cuenta con atribuciones para tomar las medidas necesarias para modificar la convocatoria.
Ante ello, el priista coahuilense, Armando Guadiana Tijerina, paisano del propio Moreira, impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la convocatoria mencionada, luego de que su líder nacional la modificara unilateralmente y eliminara la obligación de servidores públicos y líderes de sectores priistas de mantener la imparcialidad durante el proceso interno. Corresponde a la magistrada María del Carmen Alanís emitir el proyecto.
Las reacciones fueron inmediatas. El propio presidente de la Comisión de Procesos Internos del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, explicó que “el candado” pretendía introducir un criterio de equidad en la contienda. El senador Francisco Labastida –confrontado con el propio Beltrones en otros temas-- aseguró que la alteración genera un riesgo de división y de fractura.
David Penchyna, en defensa, negó que exista una “falsificación" del documento, sino que se trata de un mandato del Consejo Político a Moreira, quien tomó opiniones diversas antes de emitir la propia convocatoria.
En un comunicado, el Comité Ejecutivo Nacional priista justifica que la modificación –a la convocatoria-- defiende la libertad de expresión de los militantes.
Antes, a puerta cerrada, Humberto Moreira cerró el acuerdo para ir en alianza con los otros institutos políticos; sin embargo, el documento o convenio no lo conocieron los integrantes del Partido Revolucionario Institucional.
Sin que se les entregara el documento de la coalición con el PVEM y el Panal, los integrantes de la Comisión Política Permanente del PRI aprobaron ayer ir en alianza con esos partidos para la elección presidencial, 20 senadurías y 126 diputaciones federales.
El analista político Ricardo Raphael, amigo, es contundente cuando nos recuerda la “frase lapidaria” de Francisco Rojas: “Humberto Moreira escucha más a la lideresa del SNTE que a la militancia del PRI”.
El propio columnista nos revela algunas de las letras chiquitas del acuerdo: dos senadurías, una para su hija y la otra para el marido de la otra; nueve diputaciones seguras y 14 probables y, la cereza del pastel, ocupar el escritorio de don José Vasconcelos en la titularidad de la Secretaría de Educación Pública.
A cambio, la operación de más de 50 mil docentes en trabajo a favor de la figura priista.
Después del puente largo, el último del año, --aunque hay que considerar que nuestro calendario de tradiciones nos regalará muchos otros días de asueto-- este será el tema de análisis, de conflicto y de encono. Tal vez de división y de rompimiento; pero en ese camino han decidido andar los integrantes del Partido Revolucionario Institucional.
Al aire
Ayer abordamos detalles del encuentro entre los tres aspirantes a la presidencia de la república por el Partido Acción Nacional que para analizar el tema “Desarrollo sustentable” sostuvieron en Cuernavaca; dejamos en claro que Josefina Vázquez Mota decepcionó, Santiago Creel Miranda confrontó y Ernesto Cordero Arroyo significó continuidad.
La Fundación Rafael Preciado confirmó que el dos y el ocho de diciembre se llevarán a cabo el segundo y el tercer foro. En Guadalajara, Jalisco, analizarán el tema “Equidad e innovación tecnológica”; en la Ciudad de México, se abordará el rubro “Ética en la política”.
Se anunció que el borrador de la Plataforma Electoral panista deberá estar listo la primera quincena de diciembre y el documento final, a mediados de febrero. El reto es vislumbrar un México próspero, un México innovador, un México sustentable, un México equitativo, un México seguro, un México con porvenir y un México sólido. Nosotros lo diríamos en una sola acepción: ¡un México nuevo! Por el que venimos empujando hace muchos años.