Para nuestra entidad, igualmente es un factor de la mayor importancia, para la designación del candidato al gobierno por ese instituto político, en el entendido de que el propio Moreira es quien ha puesto las reglas. Recuérdese que los 11 aspirantes fueron reunidos a la mesa en octubre pasado, todos tuvieron su oportunidad de charlar en lo personal, y todos aceptaron el método de la Convención de Delegados –así “recomendada” en el CEN- para definir el rumbo.
Humberto Moreira llegó a esa posición bajo el respaldo de Enrique Peña Nieto, fue el factor de avanzada para que la candidatura del, en aquel entonces, Gobernador del Estado de México, cuajara. Sin embargo –dicen priistas de alto nivel- el ex gobernador de Coahuila no se sinceró, no tomó la precaución de confesar sus pecados a la cúpula de poder priista, para que en razón de eso se valoraran todos los escenarios.
El propio candidato del PRI ha dejado ser su defensor. No se puede negar –dijo- ni soslayar el desgaste que le (ha) significado al presidente del partido, los señalamientos por irregularidades cometidas en su Estado, donde él gobernó. Evidentemente, tendrá que tomar una decisión, y, bueno, el priismo está a la espera de lo que él defina sobre ese tema".
"Hay temas que son indefendibles, como la falsificación de documentos que funcionarios menores allá llegaron a hacer y que corresponderá a las autoridades investigadoras deslindar las responsabilidades".
Peña Nieto ha enviado un mensaje que puede variar no sólo el destino de Moreira al frente del PRI, sino los acuerdos que se han alcanzado y que involucran, entre otros, al Estado de Morelos.
Asimismo, la presión sobre el titular del PRI en Morelos, Amado Orihuela, se incrementa. Funge como diputado y no asiste a las sesiones; aunque en los registros sus faltas no aparecen bajo el argumento de haber sido “justificadas”, los cálculos nos llevan a asegurar que por lo menos las inasistencias alcanzan el 50% de las sesiones.
Es presidente del partido político que espera lo impulse como abanderado a la gubernatura de Morelos, es decir, juez y parte. Las relaciones con quien ha de sustituirle en el cargo, así lo establece el estatuto partidista, no son buenas. Georgina Bandera tendrá importante presencia, influencia y empuje en la decisión del abanderado tricolor.
Además es secretario general de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de la Confederación Nacional Campesina en Morelos. Ese es su espacio natural y lo comanda desde 2002; en ese cargo le es natural el desempeño.
Las presidencias del PRI nacional y en Morelos no son definitorias pero sí influyentes en lo que se aproxima. Por supuesto que hay maniobras y argucias para que existan adecuaciones que no mermen a los hoy lideres de ambas instancias, sin embargo, ante la fuerte lucha y diversos perfiles que se tienen, un cambio de esta magnitud puede significar todo o nada para los aspirantes punteros.
Fuero e inmunidad
Con la aprobación del Senado para eliminar el fuero que hoy ostentan los servidores públicos, México entrará en una nueva que abonará para eliminar la impunidad de los funcionarios, y cuando éstos delinquen, no queden sin castigo.
Con las modificaciones se iniciará el proceso penal preservando la inmunidad del servidor público que se trate, será juzgado. Ya con una sentencia, el Congreso decidirá si le quita o no la inmunidad.
Si el Congreso de la Unión no elimina la inmunidad a pesar de que haya una sentencia penal, ésta seguirá firme y se aplicará cuando el funcionario público termine su encargo.
De acuerdo a las reformas, los servidores públicos señalados podrán ser sujetos de proceso penal “cuando exista presunta responsabilidad penal”, y mientras se lleva a cabo podrán seguir en su cargo y no podrán ser privados de su libertad.
Sin embargo, cuando el juez de la causa dicte sentencia condenatoria de primera instancia, solicitará a la Cámara de Diputados retirar la inmunidad para que el sentenciado cese en sus funciones y quede a disposición de la autoridad correspondiente.