En efecto, desde hace décadas, miles y miles de mexicanos han adquirido una parte importante de su formación en las historietas y libros de Rius. Muchos lectores se han politizado con sus textos; otros han adquirido una conciencia crítica a partir de sus reflexiones humorísticas; hay quienes se han convertido en vegetarianos o cosas peores (ateos, filatélicos, antitaurinos y demás) por su culpa; varios historiadores, políticos, líderes sociales, sociólogos y escritores importantes iniciaron sus carreras leyendo sus cómics, y todos nos hemos divertido con sus monos.
El éxito editorial de Rius no es casual. Este dibujante es un maestro en las más importantes acepciones de la palabra: domina su oficio (es un dibujante ágil y un gran narrador) y tiene una gran capacidad didáctica. Gracias a su trabajo, mucha gente se ha acercado a temas que se antojan complejos e intrincados y han logrado entenderlos. Además, Rius es un gran periodista –posee un sentido preciso de la noticia- y es un gran provocador, pues ha ejercido su oficio a contracorriente de las tendencias dominantes.
En 2014 Rius cumple ochenta años de vida y, para celebrarlo, el Museo del Estanquillo ha decidido montar esta exposición conformada en su mayoría por piezas (dibujos, fotografías, documentos e historietas completas) que pertenecen al acervo de las colecciones de este recinto. Cabe señalar que el grueso de este material fue donado por el dibujante a Monsiváis y al Estanquillo de manera espontánea y desinteresada.
Una vista del exterior del Museo del Estanquillo, donde la exposición de Rius permanecerá hasta el mes de enero de 2015. (Fotografía: José Antonio Gaspar Díaz)
En la primera parte de esta muestra se presentan algunos dibujos tempranos de Rius junto con trabajos de artistas que lo inspiraron -notablemente Saúl Steinberg- y de algunos colegas suyos como Abel Quezada y Alberto Isaac.
En la segunda parte de esta exposición se pueden apreciar algunos de sus dibujos realizados en los años de la Guerra Fría, cuando contradecir la visión dominante era un peligroso acto de rebeldía, así como algunas piezas publicadas por el monero durante el sexenio del presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970). En este conjunto destacan algunas de sus obras alrededor del movimiento estudiantil de 1968, el cual lo consideró una figura cultural importante, así como una selección de caricaturas ejecutadas en años posteriores.
Llegada del caricaturista Eduardo del Río, Rius, al presídium oficial, entre una multitud de gente que se congregó en el cuarto piso del Museo del Estanquillo. (Fotografía: José Antonio Gaspar Díaz)
Esta parte de la exposición cierra con una imagen de la serie ¡No más sangre!, una iniciativa lanzada por el propio Rius en 2011 para protestar contra la estrategia de combate contra las drogas que implementó el gobierno de Felipe Calderón. La tercera sección de este homenaje está conformada por varios núcleos: sátiras anticlericales, divertimentos estéticos, collages, paisajes, y retratos de mujeres y músicos.
La muestra continúa en el segundo piso, donde se presenta una selección de las revistasLos Supermachos y Los Agachados, las cuales revolucionaron la industria y la cultura de la historieta en nuestro país.
*Texto de presentación de la muestra, inaugurada la noche del miércoles 30 de julio de 2014, en la ciudad de México.