Desde inicios de la década, la promesa de que tendremos equipos con pantallas de cristal flexibles se ha repetido una y otra y otra vez, debido a una sola y sencilla razón: El cristal no es un material flexible. Por ello, las empresas y científicos aun utilizado otro tipo de materiales para crear este tipo de pantallas, pero es probable que muy pronto puedan usar el cristal gracias a los experimentos que están desarrollando en la Universidad de Queensland, en Australia.
El equipo científico australiano logró que un cristal fuera flexible sin que perdiera sus demás propiedades cristalinas. Para lograrlo no crearon un nuevo material, sino que recurriendo al acetilacetonato de cobre II; un compuesto descubierto en 1800 que normalmente no es flexible, pero que al ser sometido a los Rayos X emitidos por un acelerador de partículas Sincrotron movió sus átomos cuando fueron sometidos a tensiones.
Los científicos “mapearon” los cambios en la estructura de los cristales a nivel atómico cuando se doblaban y encontraron que las moléculas individuales giran de forma reversible a medida que se encorvan, permitiendo tanto la compresión y expansión que se requiere para la elasticidad.
El descubrimiento se dio casí de forma accidental, reconocen los científicos, sin embargo, ya han logrado reproducir estos cristales y sus moléculas seis veces.
La comprensión de la forma en que las moléculas se mueven cuando los cristales están doblados permitirá el desarrollo de muchos más ejemplos”, destacan los investigadores.
El equipo de Universidad de Queensland describe la fabricación de estos nuevos cristales como una mezcla entre cocinar y jugar con Legos. “Se pegan diferentes bloques de construcción molecular juntos en un matraz, y después de agitar y dejar que el disolvente líquido se evapore, terminamos con hermosos cristales flexibles”
Lo importante de este descubrimiento va más allá de los gadgets que podemos cargar en nuestro bolsillo, pues ahora que los científicos han logrado controlar “la química de los bloques de construcción en el nivel atómico” también pueden controlar las propiedades flexibles del cristal a la escala macro.
“El método que hemos desarrollado para medir los cambios en los cristales durante la flexión también podría ser utilizado para explorar la flexibilidad en cualquier otro tipo de cristales”, destacaron los australianos.
FUENTE: Nature