Desde hace tiempo sabemos que en Marte hay hielo, al menos en un tercio de su superficie, pero aún no sabemos realmente cuánto. De la respuesta a esta pregunta dependerá lo que hagamos en el Planeta Rojo, ya que antes de poner un pie allí necesitamos conocer la posible utilización de recursos in situ, dado que todas las misiones a Marte, desde la más ambiciosa de Elon Musk hasta la más conservadora de la NASA, pasan por emplear recursos marcianos para producir combustible, agua líquida o fertilizantes.
El problema con este hielo es que procede de dos fuentes: el primero se conoce como hielo seco o nieve carbónica, es estacional y procede del CO2 atmosférico congelado (se convierte en hielo a -78ºC, temperatura que en varias regiones Marte se alcanza habitualmente) y el segundo es agua congelada. Este último es el hielo que interesa a nuestras modestas ambiciones de exploración interplanetaria.
De momento, nuestra mejor arma para descubrirlo es la Mars Reconnaisance Orbiter, una nave que lleva desde 2006 orbitando Marte para mapearlo. Gracias al MRO, el geólogo Colin Dundas ha liderado a un grupo de investigadores para descubrir que existen depósitos enormes subterráneos de agua helada, que en zonas como las planicies Arcadia o Europa alcanzan los 170 metros de grosor, que comienzan a apenas un metro bajo la superficie de Marte.
Este hielo, según han revelado en un artículo del último número de 'Science', ha sido revelado por la erosión superficial y no se trata de escarcha estacional (por tanto, hielo seco) sino agua helada bajo la superficie marciana. "Las últimas deposiciones de este hielo podrían ser geológicamente recientesporque hay pocos cráteres en su superficie", explican los autores.
Debido a que este hielo sólo el visible cuando el suelo ha sufrido una cierta erosión, Dundas y sus compañeros creen que en realidad debe haber mucho más del que ellos han encontrado en este trabajo.
Líneas estrechas y oscuras emanando de las paredes del cráter Garni en Marte, la primera evidencia de que el agua salada puede fluir en la superficie de Marte durante los meses de verano (NASA / JPL)
Su naturaleza escarpada y el hielo que asoma en algunas de estas acumulaciones revela, para los científicos, unas cantidades masivas de hielo con una estructura vertical que probablemente se originó hace alrededor de un millón de años.
En total se han encontrado ocho de estos depósitos verticales, siete en el hemisferio Sur del planeta y la octava en el cráter Milánkovic.
Más allá del agua que puedan llegar a contener, el futuro de la investigación de estos fenómenos geológicos promete, ya que su carácter estructurado en capas de hielo ofrecerá a los científicos la posibilidad de estudiar como nunca antes la historia geológica de Marte. Su escasa profundidad, además, "hacen estas capas de hielo potencialmente accesibles para exploraciones futuras", explican los científicos.