El axolotl o ajolote un anfibio mítico y desconocido que era exclusivo del valle de México. Lamentablemente es una especie en peligro de extinción, es por ello que se han creado varias colonias de ajolotes en cautiverio en diferentes países en el mundo, para que se puedan reproducir mucho en cautiverio. Hace poco un grupo de investigadores austriacos y alemanes lograron decodificar la información genética del ajolote, que tiene la capacidad de regenerar huesos y nervios de su cuerpo.

Luis Zambrano, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encabeza un equipo de investigadores que quieren impulsar un proyecto para salvar al ajolote. El objetivo crear el “Refugio chinampa” para restaurar la superficie agrícola de la zona lacustre de Xochimilco, en Ciudad de México.

Las chinampas es un método de agricultura muy antigua, donde usan una especie de balsas cubiertas con tierra, para cultivar flores y verduras. La técnica inició en la época de los toltecas, pero logró su máximo desarrollo en el siglo XVI.

Lograron el financiamiento de la primera etapa

El proyecto no es una idea y ya, el equipo ya logró recibir un presupuesto de 7.5 millones de pesos por parte del Gobierno para iniciar la primera etapa, lamentablemente el recurso llega seis meses después de lo planeado, obligando que los esfuerzos se dupliquen para recuperar parte de las chinampas.

Buscan mejorar las condiciones para hacer agricultura tradicional, eliminando los pesticidas, fertilizantes y generar un refugio para los ajolotes que sea el hábitat perfecto para que puedan sobrevivir.

El proyecto en un futuro se quiere hacer en una escala grande para repoblar de chinampas Xochimilco, Zambrano indica que actualmente existe entre un diez y quince por ciento de chinampas activas, mientras las demás ya fueron abandonadas o se convirtieron en canchas de fútbol o ya cuentan con construcciones.

Señalan que los ajolotes necesitan recuperar su hábitat, ya que si llevan mucho tiempo en peceras pierden su característica silvestre, en términos morfológicos como fisiológicos y en conducta.