Varios estudios confirman que la deshidratación afecta nuestro cerebro y hace que nos cueste más trabajo poner atención en lo que hacemos.

Seguramente han visto ese ridículo comercial en el que una actriz no puede concentrarse en sus escenas porque tiene sed. Bueno, pues la premisa del anuncio no es tan tonta después de todo. Un estudio del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio del Instituto de Georgia descubrió que, cuando las personas están levemente deshidratadas no pueden realizar bien tareas que requieren un procesamiento complejo de pensamiento o en tareas que requieren mucha atención.

De acuerdo a la profesora Mindy Millard-Stafford, directora del laboratorio, dijo en una entrevista con NPR que su hipótesis fue confirmada después de realizar 33 estudios, en los que una persona puede perder hasta un litro de agua al sudar (que equivale a un 2% de deshidratación) después de caminar por una hora.

Otro estudio, realizado en la Escuela de Medicina de Yale y el Laboratorio John B. Pierce, hizo que un grupo de mujeres no bebiera líquidos en un día y luego las hizo tomar una prueba diseñada para medir la flexibilidad cognitiva. Es un juego de cartas que requiere mucha atención, ya que las reglas cambian a lo largo del juego.

“Cuando las mujeres estaban deshidratadas tenían un 12% más de errores totales” en el juego, dice Stachenfeld, quien explicó que luego de que bebieron líquidos mejoraron sus funciones cognitivas.

Estos resultados hacen replantearse a los científicos la cantidad que necesita el cuerpo humano para mantenerse hidratado. Una buena forma de saber si sufres de deshidratación es observar el color de orina que expulsas. Cuando más oscuro sea su color, más probable es que estés deshidratado.
 

FUENTE NPR