Tras varias investigaciones, científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en colaboración con un instituto científico suizo, revelaron que el Zinc podría ser clave para un tratamiento contra COVID-19.
De acuerdo con los investigadores, se enviaron al instituto suizo dos muestras de proteínas purificadas, una en la que la ACE2 está sola y otra en la cual se unió al segmento RBD de la proteína viral S.
La proteína ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2) se encuentra en la parte externa de las células y es el receptor utilizado por el COVID-19 para entrar a ellas, explicó la investigadora del Departamento de Química del Cinvestav, Liliana Quintanar, en un comunicado.
Para su funcionamiento, requiere de zinc y a partir del análisis de la estructura de la estructura de la proteína cristalizada, se ha observado que está unida a ese metal por tres aminoácidos y una molécula de agua, agregó.
Posteriormente, los científicos que trabajan de manera permanente en el Sincrotrón, guiados por el protocolo diseñado por los investigadores del Cinvestav, realizarán los experimentos.
En éstos se hará incidir un haz de luz en las muestras para obtener espectros (señales de absorción de rayos X), que brindan información de la estructura del sitio de zinc en la proteína ACE2 y del ambiente químico a su alrededor.
Una vez que sean analizados los datos y de haber diferencias entre ambos espectros, el siguiente paso será hacer ensayos in vitro a fin de evaluar el potencial de moléculas desarrolladas en otros grupos de investigación, para inhibir la interacción de ACE2 y el segmento RBD de la proteína S.
Un experimento así se podría llevar a cabo sin ningún riesgo asociado a trabajar directamente con el nuevo coronavirus, ya que se colocarían en un tubo de ensayo las proteínas ACE2 y S, además de la molécula que podría bloquear su interacción.
Después, se usaría espectroscopia de absorción de rayos X, nuevamente en el Sincrotrón Suizo, para evaluar si se logra evitar la interacción entre la proteína viral y el receptor ACE2 (y por tanto, los cambios en el sitio de zinc), lo que equivaldría a impedir la infección.
Por el momento el proyecto no está enfocado en la generación de fármacos contra la enfermedad COVID-19, es una manera de contribuir desde la investigación básica y lo que se conoce de los sitios de unión a metales en el organismo.