Al respecto, alrededor del mundo se han hecho diversos seguimientos a personas contagiadas de SARS-CoV-2 sin síntomas comunes como tos, fiebre, dolor muscular, escurrimiento nasal, entre otros. Y es que se ha presentado como una constante la presencia de algunos daños silenciosos que pueden resultar fatales para la salud.
Aunque los pacientes asintomáticos de COVID-19 no presentan el cuadro común que se espera en las personas con la enfermedad, están en riesgo latente debido a que si el cuerpo no da alerta de esta situación los efectos del virus en el organismo por lo que se vuelve muy complicado para las personas reaccionar ante el contagio de la nueva COVID-19.
Al principio de la pandemia mucho se habló sobre la responsabilidad de los pacientes asintomáticos de COVID-19, ya que los expertos indicaron que gran parte de los contagios ocurrían debido a que estas personas llevan a cabo su vida normal sin saber que son portadores de la cepa de coronavirus detectada el pasado noviembre de 2019 en China, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
De acuerdo con el Journal of the American Medical Association un estudio reveló que la mitad de los contagios de coronavirus ocurre por un asintomático. Lo que hace aún más complicada la transmisión y mitigación de la enfermedad.
¿Cuáles son las posibles secuelas para los pacientes asintomáticos de COVID-19?
El pasado mes de julio de 2020 el médico John Kinnear compartió un artículo para el medio The Conversation, en el que dio a conocer una de sus preocupaciones en la sala de emergencias: las personas asintomáticas. Y es que el experto relató cómo se enfrentó a pacientes con una apariencia completamente normal y una saturación de hasta 75% -muy por debajo de lo indicado-.
Los médicos coinciden en el hecho de que se han encontrado con pacientes que tienen un estado muy avanzado de la enfermedad de COVID-19 en personas que no reportan síntomas. Y lo más preocupante es que a pesar de que tienen una condición grave, no muestran señales de lo avanzada que está la enfermedad.
Ahora bien, un estudio reciente realizado en Wuhan, China -epicentro de la pandemia de COVID-19– reportó que en las personas asintomáticas se puede presentar una condición común en la que el daño pulmonar se vuelve silencioso al grado de que parece no haber daño aparente.
Aquellos pacientes sin síntomas de coronavirus igual pueden desarrollar lesiones consistentes con inflamación del tejido pulmonar lo que no permitiría detectar el daño orgánico subyacente. Esto sigue causando desconcierto en la comunidad médica al respecto de cómo un cuerpo puede reaccionar de forma completamente opuesta.
En medio de este panorama, lo mejor es seguir las medidas de prevención y consultar con el médico ante cualquier señal de alerta. E incluso, someterse a pruebas para detectar la enfermedad y así descartar los posibles riesgos que se presentan ante un contagio de la cepa de SARS- CoV-2.
Con información de Gaceta Médica, MedLine y BBC