Hace unos 93 millones de años, un extraño tiburones que se alimentaba de  plancton  tenía una forma diferente a cualquier otra criatura marina conocida. Usó aletas alargadas para vagar por los océanos del noreste del que ahora es México hoy. Las aletas hicieron que su cuerpo fuera más grande que él mismo.

Los científicos anunciaron este 18 de marzo el descubrimiento de un fósil de tiburón casi completo llamado Aquilolamna milarcae, que vivió en el período Cretácico cuando los dinosaurios dominaban la tierra. Sus proporciones inusuales, el espacio entre las aletas es de aproximadamente 1,9 metros y la longitud de la cabeza a la cola es de aproximadamente 1,65 metros, lo que asombra a los científicos.

El autor principal del estudio, el paleontólogo de vertebrados Romain Vullo, dijo que el nombre de Aquilolamna significa “tiburón águila”, que es un tributo a sus delgadas aletas pectorales.

Una especie inusual

“Se pueden usar muchos adjetivos para describir a este tiburón: inusual, único, extraordinario, extraño. Sí, es el único tiburón que es más ancho que largo”, dijo Vullo, afiliado a Geosciences Rennes, una unidad de investigación que involucra a la Universidad de Rennes y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS).

Los investigadores dijeron que Aquilolamna era un tiburón que nadaba lentamente y que se alimentaba filtrando plancton, como lo hacen hoy los tiburones ballena y peregrino. El fósil desenterrado en el estado de Nuevo León no reveló el mecanismo de filtrado de alimentos de Aquilolamna.

Aquilolamna vivía en mar abierto en una época en que los mares estaban poblados de reptiles marinos, parientes del pulpo con grandes almejas llamadas ammonites, peces y grandes tiburones. El depredador más grande de su ecosistema era un tiburón llamado Cretoxyrhina, que medía 20 pies de largo.

En definitiva, no todos los descubrimientos del mundo marítimo han sido revelados, pero poco a poco van saliendo nuevas sorpresas a nuestro mundo actual.

Fuente: Reuters