Científicos mexicanos del IPN buscan un nuevo fármaco a base de marihuana para tratar el mal de Parkinson y sus secuelas
Científicos mexicanos del Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados) del Instituto Politécnico Nacional están desarrollando nuevos tratamientos para el mal de Parkinson con una sustancia derivada de la marihuana y los cannabinoides, que puede cambiar la salud de quienes lo padecen.
Esta investigación, a cargo de Benjamín Florán Garduño, busca utilizar los cannabinoides para tratar esta enfermedad y sus secuelas en la calidad de vida de quienes lo padecen, pues estos tienen efectos directos sobre el sistema nervioso central, más específicamente en los ganglios basales.
Estos son los encargados de controlar los movimientos voluntarios y los principales afectados cuando el mal de Parkinson comienza a afectar las capacidades motrices de los pacientes. A través de cannabinoides, ya sean endógenos, naturales o sintéticos, se buscaría motivar el funcionamiento de estos ganglios y fortalecer la capacidad motriz.
La investigación de Florán Garduño está centrada en encontrar fármacos alternativos a los ya existentes para diferentes pacientes. Su objetivo, por ahora, es lograr que a través de estas sustancias derivadas de la marihuana se pueda lograr que los ganglios basales secreten GABA, un neurotransmisor encargado de gran aprte de la función cerebral.
El titular de la investigación lo marca de esta forma:
“La idea es aumentar tanto la esperanza de vida de las personas como la calidad de la misma, en especial porque cuando los síntomas de la enfermedad de Parkinson se presentan cerca del 80 por ciento de las neuronas dopaminérgicas están dañadas”
Los pacientes con la enfermedad de Parkinson tienen un proceso degenerativo a nivel nervioso y cerebral que no puede ser frenado sino solo tratado. Por ahora, no existe algo que sea considerado una cura o algo parecido.
Sin embargo, existen tratamientos que buscan mejorar las condiciones de vida de estos pacientes.
En el caso de esta investigación, encontrar alternativas de fármacos que mejoren la habilidad motriz y permitan al paciente retardar lo más posible la pérdida de autonomíaes la principal meta.
