El primer viaje a la Luna fue uno de los trayectos más tensos que ha experimentado la humanidad.
La llegada del hombre a la Luna es uno de los hitos más importantes de nuestra civilización y un relato histórico lleno de leyendas. La exploración a nuestro satelite por astronautas solo ocurrió entre 1969 y 1972. Después de ese periodo nunca más volvimos a pisar la superficie lunar. Esos legendarios viajes de descubrimiento iniciaron un 16 de julio de 1969, hace 52 años.
La misión Apolo 11 fue el primer viaje que llevó al humano a ese otro pedazo de tierra inhóspita que vemos todas las noches por arriba de nosotros. Niel Armstrong fue el primero de los humanos (hasta donde sabemos) que pisó la Luna y lo consiguió luego de pasar los 4 días más tensos de su vida encerrado en la pequeña cápsula de comando.
Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins entran a la esfera de influencia gravitatoria de la luna a las 37 horas de haber despegado. A las 75 horas se sumergen oficialmente en la órbita lunar. La nave rodea al satélite para reducir la velocidad. En el camino comprueban que todo marche bien con sus instrumentos.
A las 100 horas, Armstrong y Aldrin toman sus lugares en el módulo lunar mientras que Collins se queda en el centro de comando. El modulo lunar y la habilidad de los mejores científicos del mundo es todo lo que protege a ambos astronautas de la nada. Se dejan caer en aquella cápsula por 2 horas y 47 minutos hasta el alunizaje.
Una vez aterrizado el módulo, Aldrin y Armstrong se quedan dentro de su habitáculo por 6 horas más. Verifican sus computadoras, máquinas y quizá le rezan a alguna fuerza superior. Si la ley de Morphy es cierta, las cosas se deberían de complicar justo ahora. Neil Armstrong abre la puerta y no deja que sus emociones le nublen la razón. Lo primero que hace es informar todo lo que ve a sus superiores en la NASA. La Luna, para fortuna de ellos, está deshabitada. No hay rastro de rusos o nazis.
Ambos astronautas se enganchan al módulo y se preparan para descender. Neil Armstrong se detiene unos minutos en la escalerilla de su nave, toma aire y dice “Este es pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Pisa la superficie lunar. Se convierte en el primero de la especie en hacerlo. Saca un par de fotos de recuerdo. Termina su misión safisfactoriamente. Regresa a la Tierra.