En una universidad de Corea del Sur se utilizan desechos humanos para generar energía. Esta es la invención de Cho Jae- weon, profesor de ingeniería urbana y ambiental en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNSIT). Cho ha creado un inodoro ecológico conectado a un laboratorio que utiliza excrementos para reconvertirlos en biogás y metano.
El inodoro se ha bautizado como BeeVi, acrónimo de las palabras abeja y visión, y emplea una bomba de aire para enviar las heces a un tanque subterráneo, reduciendo el uso de agua. Allí los microorganismos descomponen los desechos en metano y éste se convierte en una fuente de energía para el edificio.
De esta forma logran alimentar estufas de gas o calderas de agua caliente. Aunque también creen que puede emplearse como electricidad para conducir automóviles.
"Las heces tienen un valor precioso para producir energía y abono", explica Cho. Pero este invento más allá y cada persona que use el inodoro ecológico recibirá 10 Ggool (miel en coreano), una moneda virtual que ha creado este profesor para incentivar el uso de BeeVi. Con ella los estudiantes de la universidad pueden comprar productos en el campus o libros.
Ahora muchos están ilusionados con este nuevo invento. "Incluso hablo de las heces durante las comidas , pues me gusta pensar en los libros que podré comprar", explicaba Heo Hui-jin uno de los alumnos.