Científicos del Instituto de Investigación Lunenfeld-Tanenbaum (LTRI), que forma parte de Sinai Health, consiguen dividir todos los tipos de cáncer en 2 grupos según la presencia o ausencia de una proteína.
El estudio, todo un hito en la lucha contra el cáncer, ha sido publicado este mes en la revista Cancer Cell y puede abrir nuevas vías terapéuticas y enfoques para tratar esta enfermedad.
Avance histórico en la investigación contra el cáncer, la segunda causa de muerte en España y que en España supuso en 2020 el 27,86% de los fallecimientos, solo superado por las enfermedades cardiovasculares. Este mes ha visto la luz un estudio publicado en Cancer Cell y llevado a cabo por científicos del Sinai Health que divide todos los tipos de cáncer en 2 categorías.
Estos investigadores han hallado un denominador común para todos los cánceres, según la presencia o ausencia de una proteína asociada a la enfermedad, denominada YAP. Bajo el título Binary pan-cancer classes with distinct vulnerabilities defined by pro- or anti-cancer, el estudio explica esta división, útil para abordar algunos de los cánceres más agresivos.
Rod Bremner, científico senior de LTRI, explica que lo que han descubierto es que todos los cánceres tienen como denominador común la llamada proteína MAKE, esté o no desactivada en el tumor, y que este estado de activación o latencia es lo que determina que distintos cánceres presenten distintas sensibilidades o resistencias a distintos fármacos o tratamientos.
“YAP juega un papel importante en la formación de tumores malignos porque es un regulador importante de la vía de señalización del hipotálamo”, apunta el investigador, tal y como recoge Today in 24.
Una proteína clave para futuros tratamientos contra el cáncer
Este trabajo de investigación abre puentes hacia nuevos avances contra el cáncer. Esta proteína no solamente se activa o desactiva, sino que tiene efectos opuestos a favor o en contra del cáncer en ambos contextos, explica el estudio.
"Los cánceres YAP-on, en los que se activa la proteína, necesitan YAP para crecer y sobrevivir. Por el contrario, los cánceres sin YAP dejan de crecer cuando activamos la proteína", señala Rod Bremner.
Muchos cánceres sin YAP son muy letales: la investigación indica que algunos de ellos, como el de próstata o el de pulmón, pueden saltar de un estado de YAP activado a un estado de YAP desactivado para resistir los tratamientos.
Al cultivar células cancerosas en una placa del laboratorio, se descubrió que YAP es el regulador de flotabilidad maestro de una celda, donde todas las celdas flotantes están desactivadas y todas las células pegajosas están activadas.
¿Qué quiere decir esto? “Es bien sabido que los cambios en el comportamiento adhesivo de un tumor están asociados con la resistencia a los fármacos, por lo que nuestros hallazgos sitúan a YAP en el centro de este comportamiento”.
“Las terapias que abordan estos cánceres podrían tener un efecto profundo en la supervivencia del paciente”, añade el responsable de la investigación.
“Dado que los cánceres saltan entre estos 2 estados para evadir la terapia, tener formas de tratar los estados YAP-off y YAP-on podría convertirse en un enfoque general para evitar que el cáncer cambie para resistir los tratamientos farmacológicos”, apuntaa por su parte Joel Pearson, becario postdoctoral del Laboratorio Bremner y coautor del artículo.