La FAA prohibe más lanzamientos de Virgin Galactic, propiedad de Richard Branson, al descubrir problemas de seguridad en su primera misión.
Están siendo unos días ajetreados para el sector de la conquista espacial por parte de los multimillonarios del momento. Jeff Bezos y Elon Musk batallan entre ellos para lograr contratos con la NASA y frenar la expansión de sus constelaciones de satélites del contrario –Kuiper y Starlink, respectivamente–. Mientras, Virgin Galactic, propiedad del millonario británico Richard Branson, sufre un revés por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA). Después de su lanzamiento el pasado 11 de julio, la agencia ha suspendido todos los vuelos comerciales programados por parte de la compañía.
De momento, según Space.com, la FAA solo permitirá el uso de pistas de la Fuerza Aérea para el lanzamiento de los satélites de Virgin Orbit, filial de la compañía original de Richard Branson y con un objetivo similar al de Musk y Bezos.
Sea como fuere, tras el lanzamiento de este verano, la agencia ha estado estudiando los acontecimientos que rodearon a la sorpresiva misión de julio. El mismo que llevaría al primer millonario al espacio y que se anunciaba, aparentemente de forma precipitada, solo para superar en días a la misión de Blue Origin con Jeff Bezos a bordo.
El problema del descenso en la primera misión de Virgin Galactic
El SpaceShipTwo, buque insignia de Virgin Galactic, tendrá que quedarse en tierra hasta nuevo aviso. ¿El motivo? En su primera misión podría haberse salido del espacio aéreo aprobado en la misión durante su descenso. Hasta que no se analicen los motivos de este cambio, que influyen en cuestiones de seguridad pública, no podrán volver a mandar ninguna misión comercial.
Y la realidad es que la misión de Virgin Galactic, que pareció un éxito en primera instancia, no lo ha sido tanto. Se ha catalogado más como un evento de marketing que como una misión real: entre estrategias, vídeos programados, actuaciones de famosos y amigos de Richard Branson, era más un posicionamiento de marca que otra cosa. En primer lugar, no llegó a ir al espacio como tal –este logro lo conseguiría Bezos una semana más tarde– y tampoco fue una misión sencilla.
Según adelantaba New Yorker, los dos pilotos de la nave recibieron una alerta durante las maniobras de descenso; un problema que no fue comunicado a la FAA en el momento del suceso y que, por tanto, incumple las normativas vigentes. El SpaceShipTwo de Virgin Galactic no estaba suficientemente vertical como para poder aterrizar con seguridad. Este es el motivo por el cual podría haberse desviado de su ruta de descenso programada.
En cualquier caso, Virgin Galactic asegura que este revés no afecta a los próximos vuelos de la compañía. Pese a que todos han sido modificados, la compañía espera tener el visto bueno antes de octubre de este año, momento en el que tienen programada su primera misión de investigación comercial.