El derretimiento del hielo polar de Groenlandia, la Antártida y en general de las islas árticas está provocando que la corteza terrestre se deforme ligeramente, sin embargo su impacto podría medirse a cientos o quizá miles de kilómetros, sugiere un nuevo estudio de Harvard.
A medida que las capas de hielo polar y los glaciares se derriten, el agua se redistribuye en los océanos, de tal forma que cuando la corteza terrestre se libera del peso superpuesta, esta se levanta, según la investigación publicada en la revista Geophysical Research Letters.
De acuerdo a los científicos del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Harvard, el calentamiento global está acelerando el derretimiento del hielo polar.
Esto podría generar un patrón complejo de movimientos tridimensionales en la superficie de la Tierra, incluso en lugares a más de mil kilómetros de distancia de la pérdida de hielo. “Este movimiento es en promedio de varias décimas de milímetro por año, y varía significativamente de año a otro”, precisó el estudio.
Efectos del derretimiento de hielo polar
Para llevar a cabo su investigación, los científicos realizaron mediciones de campo y utilizaron datos satelitales sobre la pérdida de hielo polar de Groenlandia, la Antártida , los glaciares de montaña y los casquetes polares de principios del siglo XXI, de tal forma que pudieran ser más detallados y específicos a la hora de predecir cómo se ha deformado la corteza terrestre con los cambios en su masa.
Tan solo entre 2003 y 2018, el derretimiento de Groenlandia y los glaciares del Ártico han provocado que el suelo se desplace horizontalmente en gran parte del hemisferio norte, cambiando hasta 0.3 milímetros (mm) al año en gran parte de Canadá y Estados Unidos señalaron los investigadores.
"Demostramos que, en lugar de estar localizado únicamente en las regiones de pérdida de hielo, el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y los glaciares del Ártico ha causado una deformación horizontal y vertical significativa de la corteza que se extiende sobre gran parte del hemisferio norte".
Asimismo el estudio predijo una deformación anual en la corteza terrestre de 0.05 a 0.3 mm en la mayor parte de Canadá y Estados Unidos; y un poco menor para Europa , incluidas partes de Fennoscandia, que constituye Finlandia, Noruega y Suecia.
Sin duda, las implicaciones de este derretimiento del hielo polar son de gran alcance porque permiten entender todos los factores que causan el movimiento de la corteza terrestre y una amplia gama de problemas de las ciencias de la Tierra; por ejemplo medioambientales, sísmicos, meteorológicos, volcánicos, entre muchos otros.