Estrés social
Seguramente recuerdas con mayor claridad un estresante examen final durante tus estudios universitarios que un agradable paseo que tuviste la semana pasada. También, los detalles de la situación estresante se recuerdan con mayor facilidad que los detalles de un día cualquiera. Por mucho tiempo, expertos se han preguntado por qué ocurre esto y, finalmente, parece que un equipo de investigación ha dado con la respuesta.
Dos hipótesis se han manejado al respecto. La primera sugiere que el estrés mejora la memoria al aumentar el carácter distintivo de las representaciones de objetos individuales. La segunda hipótesis, respaldada por el nuevo estudio, afirma que el estrés integra los objetos centrales de la situación difícil y los une al factor estresante principal.
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de trabajar con más de 60 personas sometidas a una entrevista de trabajo simulada frente a entrevistadores. Esta herramienta confiable para inducir y medir el estrés se conoce como la prueba de estrés social de Trier. Treintaitrés voluntarios fueron sometidos a la versión más estresante de la entrevista, mientras que treintaiuno experimentaron la versión las amigable. Durante las pruebas, se presentaron 24 objetos diferentes a los participantes, incluida una taza de café, un reloj, un rollo de cinta adhesiva y un rotulador.
Integración de objetos al recuerdo
El equipo realizó el seguimiento de los voluntarios con imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) y notaron que la amígdala del cerebro era clave. La amígdala cerebral es el principal núcleo del control de emociones y sentimientos y, controla nuestra respuesta frente a situaciones de miedo y satisfacción. Por lo tanto, esta área ubicada en la región anteromedial del lóbulo temporal, está estrechamente ligada al aprendizaje emocional.
Para los participantes que experimentaron la versión estresante de la prueba, las señales de actividad neuronal desencadenadas al ver objetos en la entrevista eran más similares entre sí que las desencadenadas por objetos que no se habían visto durante la prueba.
Es decir, la amígdala integra elementos y emociones dentro de episodios emocionales, creando trazos de memoria con estructuras de representación estrechamente vinculadas y altamente memorables.
Según los resultados del nuevo estudio, lo que hace a nuestros recuerdos emocionales más memorables que una caminata hasta la la bodega, por ejemplo, es que los aspectos asociados con ellos están más estrechamente vinculados junto con la emoción experimentada en nuestros cerebros.
Los elementos y contextos que se experimentan en un estado de emoción neutral están vinculados en el hipocampo (una parte del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria), pero los experimentados durante las emociones intensas parecen estar unidos en la amígdala.
Episodios traumáticos
Aunque la investigación sea relativamente pequeña, sus resultados son útiles en el estudio de los trastornos mentales en los que se exhiben problemas con los recuerdos, además de darnos una idea más clara sobre cómo funciona realmente la complicada relación del cerebro con la memoria.
«Este resultado podría ser un componente importante para comprender mejor los recuerdos emocionales y traumáticos», dice la neuropsicóloga Anne Bierbrauer, autora principal del estudio publicado en Current Biology.