El Día de los Muertos puede haber terminado pero las experiencias espiritistas de clarividencia y clariaudiencia, no. Estas son de gran interés científico, tanto para los antropólogos que estudian experiencias religiosas y espirituales, como para quienes estudian las experiencias patológicas alucinatorias.
Voces del más allá
Los autores del estudio publicado en Mental Health, Religion and Culture, querían comprender mejor por qué algunas personas con experiencias auditivas describen una experiencia espiritualista, mientras que otras las encuentran más angustiantes y reciben un diagnóstico de salud mental.
«Los espiritistas tienden a informar sobre experiencias auditivas inusuales que son positivas, comienzan temprano en la vida y que a menudo son capaces de controlar», dice Peter Moseley, psicólogo de la Universidad de Northumbria en el Reino Unido. «Entender cómo se desarrollan es importante porque también podría ayudarnos a comprender más sobre las experiencias angustiantes o no controlables de escuchar voces«.
Para ello, él y su colega Adam Powell de la Universidad reclutaron y encuestaron a 65 médiums clariaudientes de la Unión Nacional de Espiritistas del Reino Unido, y a 143 miembros de la población general reclutados a través de las redes sociales. El objetivo de la investigación era determinar la diferencia existente entre los espiritistas con el público en general quienes no dicen haber escuchado las voces de más allá.
Absorción
El 44,6% de los espiritistas informó haber escuchado voces a diario, y el 79% dijo que las experiencias eran parte de su vida diaria. Aunque la mayoría informó haber escuchado las voces dentro de su cabeza, el 31,7% indicó que las voces también eran externas. En comparación con la población general, los espiritistas informaron una creencia mucho mayor en lo paranormal y no les importaba lo que otras personas pensaran de ellos.
Lo más intrigante fue que los espiritistas tuvieron su primera experiencia auditiva cuando eran jóvenes, a una edad promedio de 21,7 años, y reportaron un alto nivel de absorción. La absorción hace referencia a la inmersión total en tareas y actividades mentales o estados alterados, y qué tan efectivo es el individuo para desconectarse del mundo que lo rodea.
Además, los espiritistas informaron que eran más propensos a tener experiencias similares a las alucinaciones. Por lo general, ellos no habían oído hablar del espiritismo antes de sus experiencias; más bien, llegaron a ello mientras buscaban respuestas.
En la población general, no espiritista, los altos niveles de absorción también se correlacionaron fuertemente con la creencia en lo paranormal, pero poca o ninguna susceptibilidad a las alucinaciones auditivas. Finalmente, en ambos grupos, no hubo diferencias en los niveles de creencia en lo paranormal y susceptibilidad a las alucinaciones visuales.
La fuerza del anhelo
De acuerdo a los investigadores, los resultados sugieren que es poco probable que experimentar las ‘voces de los muertos’ sea el resultado de la presión de los compañeros, un contexto social positivo o la sugestión debido a la creencia en lo paranormal. Por el contrario, estas personas adoptan el espiritismo porque se alinea con su experiencia y es personalmente significativo para ellos.
«Nuestros hallazgos dicen mucho sobre el ‘aprendizaje y el anhelo’. Para los participantes, los principios del espiritismo dan sentido a las experiencias extraordinarias de la infancia y a los frecuentes fenómenos auditivos que experimentan como médiums practicantes», señala Powell.
«Pero es posible que todas esas experiencias resulten más de tener ciertas tendencias o habilidades tempranas que de simplemente creer en la posibilidad de contactar a los muertos si uno se esfuerza lo suficiente», añade.