Cerca de 1,234 millones de personas se verán afectadas por el cambio climático en el año 2070 si se cumplen los peores pronósticos del Centro Común de Investigación de la Unión Europea (JRC, por sus siglas en inglés).
Según un estudio publicado este jueves por el ente científico, el cambio climático podrá llegar a afectar al 27% de la población de América Latina y del Caribe, el 20% de Asia y el 11% de África, debido a, sobre todo, una reducción drástica de los cultivos locales y de la producción de alimentos agrícolas.
En concreto, el informe alerta de que el Cuerno de África, al este del continente, puede ser una de las regiones más perjudicadas de aquí a 2070, con una caída superior al 20% de la producción agrícola para una zona que, según el estudio, ya cuenta con una mayoría de población rural y pobre, que es especialmente vulnerable.
Ante esta situación, los científicos del JRC dan por hecho que en el futuro seguirá habiendo migraciones provocadas por la crisis climática, y citan algunos flujos actuales en la región africana del Sahel, aunque también advierten de que el estudio no encuentra ningún vínculo estructural y sistemático entre migraciones y cambios medioambientales.
Según los investigadores, no existe “ninguna relación estadísticamente significativa e inequívoca entre el cambio climático y los desplazamientos dentro de África”.
Destacan, por contra, que los procesos migratorios son “complejos y tienen múltiples causas” en las que influyen, por ejemplo, condiciones personales, la geografía de un territorio o la situación política de un lugar.
“No toda la gente expuesta al cambio climático decidirá emigrar, y otros ni siquiera tendrán suficientes medios económicos como para planteárselo”, asevera el informe.
Con todo, los autores del estudio hacen un llamamiento para que las instituciones se centren en buscar “soluciones locales” para que los habitantes de cada región puedan “adaptarse” a la realidad climática del futuro.
En este sentido, la Comisión Europea aprobó este febrero una estrategia de adaptación climática, con el objetivo de prevenir, antes de 2050, aquellos efectos del calentamiento global que ya sean inevitables.