El distanciamiento social (o sana distancia) no previene contagios por COVID-19 al tratarse de una ‘medida arbitraria’, sugiere estudio.
Durante el inicio de la pandemia, antes de que las vacunas fueran siquiera un proyecto, la COVID-19 se combatió con acciones cotidianas que aún persisten hasta estos días. Uso de cubrebocas, lavado de manos constante, desinfectar superficies y la ‘sana distancia‘, como se le denominó a la separación que debía existir entre dos personas para evitar contagios. Sin embargo, puede que esta última precaución nunca fue del todo efectiva.
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Cambridge, el distanciamiento social es inútil para prevenir contagios al tratarse de una ‘medida arbitraria‘ que no evita que una persona se infecte si estuvo en contacto con un ser enfermo.
¿La sana distancia sirve para evitar los contagios por COVID-19?
En el estudio ‘Estimaciones de la estocasticidad de la dispersión de las gotitas por tos presentada’ publicado en la revista Physics of Fluids, un grupo de ingenieros de Cambridge aseguró que el distanciamiento social nunca fue suficiente para evitar que una persona se contagie de coronavirus.
Esto debido a que las partículas emitidas por una persona cuando tose pueden desplazarse a más de dos metros, distancia estándar que figuró arbitrariamente según el país donde se giró la recomendación. Por ello, una enfermo con COVID-19 puede infectar a una persona sana dentro de los círculos marcados por la ‘sana distancia’ y aún estando al aire libre.
De hecho, la distancia, cantidad y velocidad de las partículas dependerá también de la persona enferma y el entorno donde suceda la transmisión viral. “Al toser, las fluctuaciones en la velocidad, temperatura y humedad del aire pueden significar una marca muy superior a la de los dos metros estipulados“, se lee en el texto.
¿Cuáles son las mejores medidas para evitar un contagio por COVID?
Si bien el estudio asegura que “el distanciamiento social no es una medida de mitigación efectiva“, los especialistas aseguran que sí puede ayudar a disminuir el número de contagios si se combina con otras medidas de prevención.
La ventilación de espacios comunes, la preferencia por zonas al aire libre y el uso de mascarillas son métodos aún más efectivos si se acompañan con la ‘sana distancia’. Por supuesto, la vacunación prevalece como la mejor forma de evitar enfermarse gravemente de coronavirus.
“Todos estamos desesperados por ver el fin de la pandemia. Pero recomendamos encarecidamente que las personas sigan usando cubrebocas en espacios interiores como oficinas, aulas y tiendas. No hay una buena razón para exponerse a riesgos mientras el virus esté con nosotros”, concluye el estudio.