Una de las características de la superficie de Venus, que es más "joven" que la de planetas como Marte o Mercurio, es que está dominada por estructuras volcánicas. Sin embargo, los científicos no pueden afirmar si parte de esta configuración geológica es producto de actividades volcánicas remotas o actuales.
La densa atmósfera de Venus, cargada de dióxido de azufre, gas responsable de un efecto invernadero que se traduce en una temperatura más alta que la del planeta más cercano al Sol, es un problema a la hora de explorar la superficie a distancia y verificar desde la Tierra si los volcanes aún se encuentran activos.
No obstante, la comunidad científica ha recopilado una buena cantidad de evidencia para creer que Venus es volcánicamente activo. Ahora, un nuevo estudio publicado en The Planetary Science Journal afirma esta hipótesis. El mismo argumenta que el volcán Idunn Mons ha estado activo en los últimos miles de años.
Los ojos puestos en el volcán Idunn Mons de Venus
El cráter, de unos 2.400 metros de ancho y 201.168 (201 kilómetros) de largo, fue escaneado por los instrumentos de la sonda Magallanes a principios de la década de los noventa. Estas observaciones fueron el motor del reciente estudio dirigido por Piero D'Incecco, de la Universidad D'Annunzio de Chieti-Pescara, en Italia.
Los investigadores combinaron las imágenes capturadas por la sonda espacial con mediciones del espectrómetro VIRTIS de la ESA y estudios de laboratorio. Sorprendentemente, se encontraron con tres pruebas clave que refuerzan la teoría de un Venus volcánicamente activo.
En primer lugar, las observaciones de la superficie revelan que la región que rodea a Idunn Mons presenta signos de flujos de lava superpuestos. Una parte de ella, se cree, podría tener una temperatura inusualmente alta.
Los estudios de laboratorio, por su parte, recrearon el ambiente de la superficie de Venus para comprender cómo se altera el material de la superficie. Los resultados ayudan a creer que las estructuras volcánicas que rodean Idunn Mons no sería tan antiguas.
Por último, las obversaciones atmosféricas a escala macroscópica revelaron que los vientos de Venus se ralentizaron más de lo esperado en la región del volcán. Esto sería producto del calor irradiado por recientes flujos de lava.
Con toda esta nueva evidencia disponible, los investigadores concluyen que Idunn Mons ha estado activo recientemente. Es difícil predecir rangos de tiempo exactos, pero esto podría ser desde los últimos 10.000 años hasta "hace poco".
Lo cierto es que futuras misiones permitirán estudiar a fondo la actividad volcánica de Venus. Por un lado están DAVINCI+ y VERITAS de NASA. Por otro el orbitador EnVision de la Agencia Espacial Europea. Estas planean mapear la superficie del planeta en una resolución alta para detectar cambios en su superficie. No obstante, están programadas para 2030.