Las nutrias hacen malabares con rocas y para ello eligen una piedra favorita durante toda su vida. Científicos de la Universidad de Exeter en Inglaterra explicaron en una investigación para la revista Royal Society Open Science por qué sucede esto.
Expertos creían que las nutrias hacen malabarismo que les ayuda a practicar habilidades de supervivencia. Sin embargo, esta idea encantadora e intuitiva podría no ser correcta, según muestran nuevas pruebas.
En la naturaleza, los animales de garras pequeñas, como las nutrias, necesitan destreza en las patas para extraer trozos de mariscos de las conchas de crustáceos o moluscos.
Sin embargo, los científicos no encontraron evidencia de que los malabares desarrollen las habilidades de las nutrias para recoger alimentos, informaron Mari-Lisa Allison y sus colegas en el reporte.
Los animales mueven una piedra de un lado a otro rápidamente entre sus patas delanteras “muy cerca del cuerpo”. La cuestión de cómo evolucionó el juego ha fascinado a los biólogos, pero no tienen ninguna necesidad práctica inmediata.
Incluso las peleas leves de cachorros y gatitos consumen energía y conllevan cierto riesgo de lesiones, por lo que parece que algún beneficio debe contrarrestar estos inconvenientes .
Allison y sus colegas probaron a las nutrias metiendo carne picada en tres tipos de recipientes incómodos y desconocidos para medicinas con tapas de rosca, pelotas de tenis verdes perforadas y juguetes que se asemejan a conchas hechas de dos bloques de Lego de gran tamaño.
Sin embargo, los movimientos de rocas especialmente frecuentes entre las nutrias de garras pequeñas no les daban una ventaja notable a la hora de trabajar con golosinas en contenedores incómodos.
Nutrias juegan por diversión y aburrimiento
El estudio relacionó las oleadas de malabarismos con rocas con la proximidad de la hora de comer, con más malabarismos a medida que se acercaba el almuerzo y no eran solo los jóvenes los que jugaban con las rocas.
Las nutrias ancianas que habían pasado la edad reproductiva también hacían muchos movimientos con las patas. Entonces, nuevamente, los malabarismos pueden no ser solo una forma para que los jóvenes practiquen habilidades para alimentarse.
Gordon Burghardt de la Universidad de Tennessee, Knoxville, señaló que la posible conexión entre el juego y las habilidades de la vida real entre animales se relaciona con el cuidado de los padres que les dan a los pequeños suficiente comida en un espacio seguro para jugar.
Burghardt llama a esto la hipótesis del “recurso excedente” y las nutrias son un buen ejemplo de ello ya que pueden hacer malabares por placer, aburrimiento o por ambas, que de cualquier manera se basan en parte de su herencia evolutiva.