Hoy en día las principales noticias relacionadas a la carrera espacial privada llegan desde tres compañías: SpaceX, Virgin Galactic y Blue Origin. Por supuesto que no son las únicas empresas del sector aeroespacial, pero sí son las de mayor calibre. Esto se debe a su poderío económico, capacidad de desarrollo tecnológico y al alto perfil de sus CEOs. Pero al selecto grupo de milmillonarios que pretenden conquistar el espacio —y que hoy conforman Elon Musk, Richard Branson y Jeff Bezos— se le suma un nuevo integrante: Bill Gates. El fundador de Microsoft, a través de Breakthrough Energy Ventures, lideró la más reciente ronda de inversión de Stoke Space, una firma que pretende desarrollar cohetes reutilizables.
Según publicó Space News en los últimos días, Stoke Space recaudó 65 millones de dólares a través de una financiación Serie A. De la misma no solamente participó la organización encabezada por Bill Gates, sino también Toyota Ventures y Global Founders Capital, entre otras. Los detalles sobre los planes y la tecnología de la firma radicada en Seattle, Washington, aún son escasos; sin embargo, es evidente que la promesa de innovación en el sector ha sido más que seductora para los inversores.
Como mencionamos al comienzo, la propuesta de Stoke Space consiste en desarrollar cohetes desde cero para que sean 100% reutilizables. Como ya se ha visto en algunas fotografías oficiales, la primera etapa de desarrollo se enfocará sobre la segunda fase del vehículo del lanzamiento. De hecho, la ronda de financiamiento liderada por Bill Gates y compañía se utilizará para completar el prototipo de la misma y realizar las primeras pruebas de vuelo a fines de 2022.
Escudo térmico y motores, los grandes desafíos
Los puntos claves de innovación sobre los que se enfoca Stoke Space son dos: el escudo térmico y los motores. En cuanto a lo primero, Andy Lapsa, cofundador y CEO de la firma, indicó que no utilizarán azulejos de cerámica; esto se debe a que son quebradizos, y no encajan en su meta de construir un cohete reutilizable que requiera de una revisión mínima para volver a volar. El objetivo es ambicioso pero el directivo confía: "Si no se nos hubiese ocurrido algo que creyésemos que fuese ejecutable, probablemente no hubiésemos comenzado la compañía".
Sobre el tema motores, tampoco se sabe cuál será la solución que incorporará la compañía. Lapsa solamente mencionó que no se parecerá a los impulsores existentes, y que será capaz de trabajar tanto a baja altitud como en el vacío. Pero más allá de la promesa de versatilidad y rendimiento, habrá que esperar para ver los resultados reales. Recordemos que el desarrollo y la fabricación de los motores para un cohete espacial continúa siendo una de las principales preocupaciones de SpaceX; y la firma de Elon Musk ostenta unos cuantos años más de experiencia en el mercado aeroespacial.
El enfoque sostenible de Stoke Space sedujo a Bill Gates
“Nuestro objetivo para esta ronda era encontrar inversores que sean pensadores a largo plazo, que busquen tecnología de vanguardia y fabricación de hardware. Es nuestro objetivo fundamental utilizar el espacio para hacer que la vida en la Tierra sea mejor, más escalable y sustentable", dijo Lapsa sobre el involucramiento de Bill Gates con Breakthrough Energy Ventures.
Por su parte, desde la organización mencionaron que el mayor problema de la innovación en el espacio se divide en dos partes; por un lado, el alto costo, y por el otro, la falta de disponibilidad de lanzamientos. Con Stoke Space, los inversores creen que es posible alcanzar la meta de desarrollar vehículos para lanzamientos rápidos y de "ultra bajo coste".
Por lo pronto, Stoke Space ya cuenta con dinero fresco y el aval de Bill Gates para avanzar con sus cohetes reutilizables. Si bien no hay fecha específica para los primeros vuelos, se espera que inicialmente sean de baja altitud para probar el despegue y aterrizaje vertical. "No vamos a ir a alturas súper altas desde el principio, pero ciertamente está en nuestro plan de pruebas", aseguró Lapsa.