Se espera que la población mundial aumente en 2 mil millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 7 mil 700 millones actuales a los 9 mil 700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 11 mil millones para 2100.
Este aumento constante de la población mundial inevitablemente generará un incremento en la atención de la salud de las personas, por lo que el sector sanitario y los gobiernos buscan promover los hábitos saludables para que gocen de una buena salud por muchos años.
Mientras tanto, la ciencia también explora nuevos caminos para que esto sea una realidad.
Atención a la salud
En un reciente estudio, científicos de la Universidad de Monash, Australia, descubrieron una enzima que es clave para explicar por qué el ejercicio mejora nuestra salud.
Este descubrimiento ha abierto la posibilidad de medicamentos que promuevan la actividad de esta enzima, protegiendo contra las consecuencias del envejecimiento en la salud metabólica, incluida la diabetes tipo 2.
Una de las principales razones del aumento de la prevalencia de la diabetes tipo 2 con la edad es el desarrollo de resistencia a la insulina, o la incapacidad del cuerpo para responder a la insulina, y esto a menudo se debe a la reducción de la actividad física a medida que envejecemos.
Sin embargo, los mecanismos precisos por los cuales la inactividad física facilita el desarrollo de resistencia a la insulina sigue siendo un misterio.
Ahora, investigadores de la Universidad de Monash en Australia han descubierto cómo la actividad física realmente mejora la capacidad de respuesta a la insulina y, a su vez, promueve la salud metabólica.
Es importante destacar que las enzimas que han descubierto que son clave para este mecanismo tienen el potencial de ser dirigidas por medicamentos para proteger contra las consecuencias del envejecimiento, como la atrofia muscular y la diabetes.