Es verdad que estamos acostumbrados a asumir que podemos oler todo tipo de elementos como gases, líquidos e incluso algunos sólidos, pero en realidad lo que estamos percibiendo son algunas de las moléculas del objeto que pueden entrar en estado gaseoso.
Percibimos el olor de los gases porque sus moléculas pueden entrar libremente en nuestras narices. De igual forma olemos líquidos porque algunas de sus moléculas entran en fase gaseosa después de escapar de la superficie del líquido. Los sólidos también pueden liberar moléculas a la fase gaseosa, aunque lentamente, pero las razones habituales por las que podemos olerlos es que contienen aceites volátiles (como la mayoría de las maderas) o que reaccionan químicamente con algo de la atmósfera para producir un gas.
Fuente: ScienceFocus