Como si de una película de ciencia ficción se tratase, huracanes golpeando la ciudad de Nueva York, serán una constante dentro de unos años. Esto es debido al cambio climático, que modificará el proceso de formación de los ciclones tropicales.
Las ciudades más pobladas del mundo deberán enfrentarse con fenómenos como huracanes y poderosas tormentas, promediando el año 2100. Nueva York, Beijing y Tokio se encuentran en áreas donde hace millones de años los huracanes no podían formarse, sin embargo, el cambio climático modificará esto.
El cambio climático y los nuevos huracanes mundiales
El aumento de las temperaturas, provocado por el cambio climático, hará que los ciclones tropicales golpeen ciudades pobladas de latitudes medias, según un estudio de la Universidad de Yale.
Usualmente, y como su nombre lo indica, los ciclones tropicales o huracanes tienden a formarse cerca del ecuador, exclusivamente en latitudes bajas.
La clave de estas tormentas, que pueden ser devastadores, son las temperaturas cálidas de la superficie del mar de al menos 81 ° F (27 ° C). Estos indicadores se registran en las porciones del océano cercanas al Ecuador, donde las temperaturas son más altas en promedio.
Sin embargo, el cambio climático ha generado que las temperaturas oceánicas se eleven en zonas frías, aumentando el rango de formación de huracanes.
De esta forma, en más sectores del océano el aire cálido se eleva y forma nubes de tormenta. Luego, el mismo giro planetario hará que el aire gire ciclónicamente, formando los huracanes.
Qué factores harán que Nueva York sufra huracanes
La investigación realizada por expertos explicó que el calentamiento de los océanos, provocado por el cambio climático, reducirá la diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos, permitiendo que se formen ciclones.
Esto sería una condición que no sucedió en nuestro planeta al menos en los últimos 3 millones de años, según explicó el físico Joshua Studholme de la Universidad de Yale.
La investigación tomó como ejemplo a la tormenta subtropical Alpha de septiembre de 2020, donde se formaron huracanes nunca antes vistos en Portugal. “No habíamos observado esto antes”, dijo el Dr. Studholme.
“Lo que hemos hecho es hacer explícitos los vínculos entre la física que ocurre dentro de las tormentas mismas y la dinámica de la atmósfera a escala planetaria”, agregó el científico de Yale.
En el estudio los científicos estudiaron los impactos del cambio climático en las corrientes en chorro, la circulación atmosférica tropical y la convergencia de los vientos sobre el ecuador.
Luego sometieron estos datos a comparaciones con otras simulaciones de los climas cálidos pasados de la Tierra.
El resultado resultó poco alentador, sobre todo para las grandes urbes de la Tierra que se han formado en latitudes más altas, como Nueva York, Beijing y Tokio. Todos los datos apuntan a que los ciclones que formarán poderosos huracanes podrían formarse e intensificarse en latitudes más altas que en la actualidad, a causa de cambio climático .