La epilepsia, esa especie de tormenta eléctrica que se da en ciertos puntos del cerebro y da lugar a las convulsiones, una tempestad de señales neuronales que de manera súbita se apropia y desorienta el cerebro de quien padece.
La epilepsia generalmente se controla con medicamentos y otras estrategias, pero en la inmensidad del cerebro no siempre es fácil conocer el origen de estos episodios que pueden poner de cabeza la vida cotidiana de miles de personas.
Tan sólo en Ciudad de México se calculan cerca de 200 mil pacientes.
Sin embargo, la tecnología de microelectrodos metálicos comúnmente utilizada para mapear las señales es inestable y hace difícil acceder a las señales de menor frecuencia.
Electrodos de grafeno
Por fortuna, un grupo de investigadores españoles del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología diseñaron electrodos de grafeno, una sustancia hecha de átomos de carbón acomodados hexagonalmente y que es tan buen transmisor eléctrico que permite ubicar con precisión el sitio en que se desencadenan los impulsos eléctricos que dan pie a un episodio epiléptico.
Hasta 30% de los pacientes no pueden controlar las crisis con los fármacos disponibles y para ellos la cirugía puede ser una opción viable.
La extirpación quirúrgica de la zona donde se inician las crisis podría evitar las convulsiones; sin embargo, el éxito depende de que se identifique de forma precisa la zona a extirpar.
Andrea Bonaccini y su equipo de investigación colocaron los electrodos de grafeno en ratas con epilepsia y monitorearon la actividad cerebral, logrando reconocer los sitios de inicio de las señales epilépticas.
La investigación fue recientemente publicada en la revista Nature Nanotecnology.