La erupción del volcán Tonga del pasado 14 de enero dio lugar a una serie de oleadas atmosféricas captadas por el sistema satelital de la Nasa, Aqua, y analizadas por Lars Hoffmann y un equipo del Centro de Supercómputo, Jülich de Alemania.
La expulsión causó un patrón inusual de ondas gravitatorias atmosféricas, que son oleadas en el aire similares a lo que vemos en un estanque cuando cae algún objeto. Generalmente se dan cuando masas de aire caliente y frío chocan.
Si bien no es un fenómeno inusual, generalmente pasa desapercibido a menos que se vean algunas hileras de nubes.
Pero en este caso debido a la intensidad de los gases expulsados por el volcán, se generaron docenas de círculos concéntricos, cada uno representando una onda de movimiento rápido del aire a lo largo de 16 mil kilómetros. Estas oleadas probablemente dieron la vuelta al planeta varias veces.
Lars Hoffmann from @fzj_jsc comments on the series of massive ripples in Earth’s atmosphere triggered by the eruption of the #Hunga #Tonga volcano in a Nature news article, https://t.co/hBJSENpT4k. Near-real-time data processing of NASA's satellite data was conducted on JUWELS. pic.twitter.com/famjlCWBYe
— FZ Jülich-JSC (@fzj_jsc) January 18, 2022