Hace 170 millones de años la Isla de Skye, en Escocia, fue el hogar de un enorme reptil volador con una envergadura más grande que una cama tamaño king.
Así lo revelaron los cazadores de fósiles escoceses que en una reciente investigación informaron la recuperación de los restos del pterosaurio jurásico más grande del mundo.
La bestia, conocida informalmente como pterodáctilo, tenía una boca llena de dientes afilados para arponear y atrapar peces, y alcanzó una envergadura de 2.5 metros o más.
Un dato vital que da nuevas luces sobre la evolución de los pterosaurios pues lo que se conocía de ellos era que habían logrado tal longitud unos 25 años después del tiempo datado para el nuevo fósil.
Dicha envergadura es comparable con las aves más grandes que existen en la actualidad, como el albatros errante, un dato que maravilla a los paleontólogos detrás del descubrimiento.
“Cuando esta cosa vivía hace unos 170 millones de años, era el animal más grande que jamás había volado, al menos que sepamos”, dijo el profesor Steve Brusatte, coautor de la investigación de la Universidad de Edimburgo.
“Realmente hemos hecho retroceder en el tiempo la evolución de los grandes pterosaurios”, agregó.
Asimismo, Brusatte dijo que hallazgos previos sugirieron que los pterosaurios no crecieron mucho más de 1.6 a 1.8 metros de envergadura durante el Jurásico y que solo alcanzaron tamaños mucho más grandes durante el Período Cretácico.
Había pterosaurios que vivían al final del Cretácico cuando el asteroide golpeó que eran del tamaño de aviones de combate”, dijo Brusatte, refiriéndose a la extinción masiva hace 66 millones de años que acabó con los dinosaurios no aviares, los pterosaurios y una enorme cantidad de otras criaturas.
El último descubrimiento pone en duda la idea de que la competencia con las aves pueda haber impulsado inicialmente el auge del tamaño de los pterosaurios.
“Las aves evolucionaron de los dinosaurios en la época en que vivía este pterosaurio”, señaló Brusatte.