La célebre daga de hierro hecha con meteoritos encontrados en la tumba del faraón egipcio Tutankamón fue forjada a temperaturas de unos 950 grados o menos y fuera de Egipto, de acuerdo una investigación publicada en Meteoritics and Planetary Science.
Los investigadores del Instituto de Tecnología de Chiba, Japón, utilizaron equipos analíticos que llevaron al Museo Egipcio de El Cairo en febrero de 2020 para desentrañar el misterio de cómo se produjo la daga a través del análisis químico.
El equipo encontró que la daga estaba hecha principalmente de meteoritos de hierro, entre 10 y 12% de níquel, sulfuro de hierro, se encuentra comúnmente en la octaedrita, y que el metal había sido calentado a 800 grados por lo menos.
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— Juan Camilo Vergara (@jcvergarablog) June 19, 2020
La daga meteórica de hierro de Tutankamón, hacia el año 1327 a.C.
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Además, las y los integrantes hallaron que la distribución del níquel en la superficie tenía restos de un cristal conocido como patrón de Widmanstatten que también es característico de los meteoritos de hierro.
Este patrón desaparece cuando el metal se calienta a temperaturas superiores a los mil grados, por lo que concluyeron que la daga se forjó a temperaturas de unos 950 grados o menos.
“La empuñadura de oro de la daga también contenía rastros de calcio, que normalmente no se encuentran cuando se procesa el oro. Eso llevó a la creencia de que se usaba yeso para unir los adornos a la empuñadura”, comentaron.
Egipto no tenía la tecnología para fabricar hierro o yeso en ese momento. Pero en las cartas de Amarna escritas en tablillas de arcilla que se descubrieron a lo largo del Río Nilo hay una entrada sobre una daga de hierro presentada como regalo al rey egipcio de Mitanni, un reino en el norte de Mesopotamia.
Esta referencia llevó al equipo de investigación a conjeturar que la daga era un regalo para Amenhotep III, el abuelo de Tutankamón.