La vitamina D es un nutriente básico para el funcionamiento de nuestro cuerpo. En concreto, ejerce un papel crucial para el fortalecimiento de nuestros huesos. La vitamina D se sintetiza en nuestra piel y si bien solo una pequeña cantidad presente en nuestro organismo proviene de la alimentación, conviene tener en cuenta qué podemos incluir en nuestra dieta para aumentar sus niveles.
Generalmente sufrimos de un déficit de vitamina D, en parte porque una de las principales fuentes que permite a nuestro cuerpo absorber este nutriente es el sol. La carga laboral, que nos hace pasar más tiempo en nuestros puestos de trabajo, y el aumento del uso de protectores contra los rayos ultravioletas hacen que estemos menos expuestos al sol.
No obstante, la falta de vitamina D no sólo tiene efectos en nuestros huesos y el funcionamiento de nuestro organismo. Un reciente estudio publicado por Hospital General de Massachussetts (MGH por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, ha demostrado que el déficit de este nutriente en nuestro cuerpo podría generar un aumento de la adicción a los opioides.
Los opioides, también denominados narcóticos, agrupan desde drogas ilegales como la heroína hasta fuertes analgésicos como la oxicodona, morfina o codeína, entre otros. Los expertos que han llevado a cabo el mencionado estudio compararon el comportamiento de ratones comunes de laboratorio frente a otros con falta de vitamina D y vieron cómo una vez que retiraban la dosis de morfina a ambos grupos, eran los ratones con carencia del nutriente los que indicaban sintomatología de abstinencia.
Incrementar los niveles de vitamina D es por tanto muy importante para nuestro cuerpo. Sin embargo, no podemos exponernos indefinidamente al sol, por lo que recurrir a mejorar nuestra alimentación puede ser la solución. En este sentido, es recomendable consumir pescados grasos como el salmón o la sardina, leche, yogures o champiñones, entre muchos otros alimentos que contienen este nutriente.