Comúnmente se suele creer que hubo dinosaurios marinos, ya que muchos reptiles que convivieron con ellos llegaron a alcanzar grandes tamaños y tuvieron formas semejantes. Pero lo cierto es que forman parte de diferentes linajes. Así que hoy vamos a hacer un recorrido por los principales grupos de reptiles que se adaptaron al medio acuático.
No hay que irse muy lejos tras la aparición de los reptiles para encontrar las primeras adaptaciones. Ya en el periodo Pérmico, hace 300 millones de años, aparece el grupo de los Mesosaurios, unos reptiles anápsidos primitivos que muestran en su anatomía adaptaciones al medio acuático: tenían un cuerpo alargado, unas patas aparentemente palmeadas y, lo más significativo, sus huesos eran muy densos.
Esta característica se denomina paquiostosis, y la observamos en muchos linajes que se adaptaron al medio acuático, como en los cetáceos primitivos y los primeros mosasaurios. Tener huesos densos -y por lo tanto, pesar más- ayuda a hundirse en el agua y a mantener el equilibrio durante el buceo, de una manera semejante al lastre o los plomos que se usan en submarinismo.
Como dato curioso, los fósiles de mesosaurios, al encontrarse tanto en el sur del continente americano como en Sudáfrica, fueron usados por Alfred Wegener como evidencia de su teoría de la Deriva Continental, que con el tiempo daría lugar a la actual Tectónica de Placas.
Pero bueno, durante el Pérmico todavía no habían aparecido los dinosaurios. Hizo falta que pasara la gran extinción en masa de finales de este periodo -la que se considera la mayor extinción a la que se ha enfrentado la vida sobre la Tierra- para que, ya en el Triásico, aparecieran los primeros dinosaurios.
En este periodo, primero de la era Mesozoica, muchos grupos de reptiles se lanzaron a la reconquista del medio acuático. Un linaje de reptiles diápsidos, los Sauropterigios, se especializó en este medio, llegando a dar lugar a los placodontos, notosaurios y plesiosaurios. Los dos primeros fueron muy abundantes durante el Triásico, y los plesiosaurios llegaron hasta finales del Cretácico. A ese grupo pertenecen los típicos reptiles marinos con largos cuellos que muy habitualmente se confunden con dinosaurios, pero también hubo formas con cuellos cortos y grandes cráneos, los Pliosaurios como Liopleurodon.
También durante el Triásico aparecen las tortugas o testudines, que a día de hoy siguen teniendo miembros adaptados al medio marino. De hecho, la tortuga más antigua conocida, Odontochelys, ya se interpreta como un a tortuga, como mínimo, de hábitos anfibios.
También siguen vivos en la actualidad otro grupo de reptiles con adaptaciones al medio acuático que apareció en este periodo: los Crocodilomorfos, al que pertenecen los actuales cocodrilos. Si bien los cocodrilos actuales ya están adaptados a una vida anfibia, en el pasado sus parientes lo estuvieron mucho más. Es el caso de los Talatosuquios, nombre que significa literalmente “cocodrilos marinos”, que modificaron sus manos en aletas. A este grupo pertenecen, entre otros, Metriorhynchus, Dakosaurus o Machimosaurus.
La máxima expresión de las adaptaciones a este medio en reptiles lo encontramos en los Ictiosaurios, que llegaron a tener un cuerpo fusiforme, que puede llegar a recordar al de un atún o un tiburón, además de un hocico alargado y patas convertidas en aletas. Además, poseían aleta dorsal como los delfines, y otra caudal, como hemos aprendido gracias a yacimientos de conservación excepcional.
Estaban tan adaptados al medio acuático, que eran ovovivíparos: los huevos eclosionaban dentro de la madre, donde acababan de desarrollarse hasta dar a luz. De ese modo, ya no hacía falta que volvieran al medio terrestre a poner huevos, como sí que hacen las tortugas marinas.
El último grupo de reptiles que se han adaptado al medio acuático son los Escamosos, al que pertenecen los lagartos, camaleones, iguanas y serpientes. Y muchos de ellos se han adaptado en mayor o menor medida al medio acuático: tenemos iguanas marinas o varanos acuáticos. Y unos parientes suyos que llegaron a adaptarse mucho más y se convirtieron en grandes depredadores del medio marino. Hablamos de los Mosasaurios, parientes de los varanos y las serpientes, gigantescos lagartos acuáticos con aletas que vivieron durante el periodo Cretácico.
La mayoría de estos reptiles marinos desaparecieron en la extinción de finales del Cretácico, en la que desaparecieron los dinosaurios no avianos y muchas otras formas de vida. Pero todavía a día de hoy nos quedan reptiles acuáticos. Los últimos representantes de una gigantesca radiación adaptativa que empezó hace unos 240 millones de años.