El telescopio espacial más poderoso de la historia podría analizar las atmósferas para encontrar vida extraterrestre, la presencia del metano es fundamental.
El lanzamiento del telescopio espacial James Webb ha generado mucha expectativa, ya que una de sus capacidades es poder analizar la composición química de los planetas rocosos con sus atmósferas. Las posibilidades de encontrar vida extraterrestre se amplían, pero, ¿qué señales hay que analizar? El metano sería la clave.
El metano y el agua: fundamentales para la vida extraterrestre
El agua es una de las bioseñales más fuertes para poder encontrar vida extraterrestre, pero esto no es suficiente. Ahora, un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos), analizó la presencia de un elemento que debería ser crucial para determinar si hay bioformas en un exoplaneta: el metano.
Aunque existen procesos no biológicos que pueden generar metano, ciertas condiciones en la atmósfera de un planeta podrían indicar si es producto, o no, de una forma de vida.
El metano es uno de los pocos signos potenciales de vida, o “bioseñales”, que el telescopio espacial James Webb (JWST), podría analizar. Será a partir de fines de 2022 cuando comiencen a llegar estos datos.
“A menudo se habla del oxígeno como una de las mejores bioseñales, pero probablemente va a ser difícil de detectar con el JWST”, señala en un comunicado Maggie Thompson, autora principal del nuevo estudio.
Con el inminente avance del James Webb, es importante establecer las condiciones planetarias necesarias para que el metano sea una buena bioseñal.
“Queríamos proporcionar un marco para interpretar las observaciones, de modo que si vemos un planeta rocoso con metano, sepamos qué otras observaciones son necesarias para que sea una bioseñal persuasiva”, subraya Thompson.
El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, analizó todas las posibles fuentes no biológicas de metano, y su comportamiento posible en los exoplanetas.
Entre las fuentes encontraron: volcanes, dorsales oceánicas, los respiraderos hidrotermales, zonas de subducción tectónica, y los impactos de cometas o asteroides. Todos estos fenómenos pueden presentar metano en la atmósfera de un exoplaneta.
¿Cómo debe ser la atmósfera de un planeta con vida?
Pero hay un signo inconfundible de vida, una bioseñal en la atmósfera, y es su inestabilidad. En el caso en que la presencia no fuese constante, esto significaría que no es producto de alguna forma de vida extraterrestre.
Dado que las reacciones fotoquímicas destruyen el metano atmosférico, este debe reponerse constantemente para mantener niveles elevados.
“Si se detecta una gran cantidad de metano en un planeta rocoso, normalmente se necesita una fuente masiva para explicarlo”. Las fuentes no biológicas, no podrían producir tanto metano sin dejar huellas detectables.
Un volcán, por ejemplo, arrojaría tanto metano como monóxido de carbono a la atmósfera, sin embargo, si hubiera metano producto de vida extraterrestre , no se encontrarían altos niveles de monóxido de carbono, pero sí de dióxido de carbono.
Por lo tanto, las señales de vida extraterrestre pasarán por encontrar agua, en un planeta rocoso que orbite alrededor de una estrella similar al sol, y donde la atmósfera tenga dióxido de carbono y metano entre sus componentes.