Tras un mes de viaje, el Telescopio Espacial James Webb llegó a su destino en el punto 2 de Lagrange el pasado 24 de enero. Desde entonces, ha estado preparando sus espejos y sus instrumentos, para empezar a trabajar cuanto antes. El primer paso ha sido la alineación de los espejos que se encargarán de enviar la luz a cada uno de sus instrumentos para que puedan tomar imágenes. Era un proceso muy sensible, por lo que se ha realizado cuidadosamente en varios pasos que acaban de culminar con éxito, según explican desde la NASA.
De hecho, la agencia espacial estadounidense ha publicado una imagen en la que se ven las fotografías de cada uno de estos instrumentos. La luz ha llegado a ellos a la perfección, de modo que han podido captar instantáneas muy nítidas. No es la primera vez que James Webb hace algo así, ya envió su primera foto nítida de una estrella, pero por primera vez todos sus instrumentos han podido captar un montón de estrellas, pertenecientes a la nube de Magallanes.
Ahora bien, ¿significa esto que el James Webb está ya listo para trabajar? Lo cierto es que no. Y es que, aunque todos sus instrumentos ya han podido realizar fotografías, aún será necesario que se configuren para realizar un trabajo óptimo. Se calcula que este proceso durará unos dos meses más, por lo que para verano del hemisferio norte este telescopio espacial podría ponerse por fin manos a la obra con sus muchas misiones.
El ‘florecimiento’ del James Webb
Dado su gran tamaño, el telescopio espacial James Webb se diseñó para poder enviarse al espacio plegado. Después, el equipo científico iría promoviendo su despliegue durante el viaje. Muy poco a poco, se fue abriendo como una flor y tanto sus espejos en forma de panal de abeja como sus placas solares y el resto de sus elementos fueron colocándose en su lugar. O casi en su lugar.
Llegó a su destino totalmente desplegado. No obstante, aún sería necesario alinear esos espejos recién abiertos, para asegurar que, al captar la luz, la envían adecuadamente a cada uno de los instrumentos del James Webb.
El telescopio James Webb fue desplegándose durante su viaje de un mes
Este ha sido un proceso largo, que acaba de finalizar con una última prueba, consistente en apuntar el telescopio hacia la Gran Nube de Magallanes, en la que se concentran cientos de miles de estrellas en todos los sensores de sus instrumentos. Así, cada uno de ellos ha podido inmortalizar una pequeña parcela, con una gran nitidez. En la imagen publicada por la NASA se observan las fotografías tomadas por NIRCam, NIRISS, MIRI y NIRSpec. Este último es un espectrógrafo, no un generador de imágenes. Sin embargo, sí que puede captar fotografías para comprobar calibraciones.
El futuro de los instrumentos del telescopio espacial
James Webb tiene por delante dos meses de calibrado de sus instrumentos. Después, podrá comenzar un trabajo para el que ya tiene buena lista de espera. Y es que muchos proyectos se encuentran a la espera de obtener más datos gracias a este telescopio espacial.
Por ejemplo, los descubridores de la que parece ser la galaxia más lejana hallada hasta la fecha cuentan con que use sus instrumentos para confirmar que realmente han batido un récord. También se espera que nos pueda dar información de interés sobre la estrella más distante jamás descubierta.
En general, James Webb usará sus instrumentos y sus telescopios para llevar los ojos humanos más lejos de lo que han estado jamás. Su preparación está siendo especialmente minuciosa, pero seguro que la espera valdrá la pena.