Especialistas de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca (FWC) de Florida lograron criar una especie genéticamente pura de lubina nativa de este estado (Micropterus cataractae) y liberar más de 3.000 alevines en un río del que estos peces casi habían desaparecido por un huracán.
El huracán Michael, que con vientos de categoría 5, la máxima de la escala Saffir Simpson, asoló el noroeste de Florida en 2018 acabó con el 90 % de la población de estos peces en el río Chipola, señaló un comunicado difundido por FWC este lunes.
La comisión liberó 3,300 peces genéticamente puros de la llamada lubina de cardumen, cuya captura y posesión están suspendidas en el río Chipola y sus afluentes desde 2019 con vistas a lograr la conservación de la especie.
“Este proyecto encarna la necesidad de un pensamiento estratégico a largo plazo en la conservación y el papel vital que desempeña, no solo en palabras, sino también en poder implementar estas acciones”, dijo Chris Paxton, administrador regional de pesca de la región noroeste de Florida.
Logran criar peces nativos de Florida geneticamente puros
“Afortunadamente, ya habíamos estado trabajando en cómo crear estos peces en caso de que ‘algún día le sucediera algo’ a esta población aislada. Bueno, sucedió en forma de huracán de categoría 5”, agregó.
La Micropterus cataractae es una de las cuatro especies nativas de lubina negra de Florida.
Esta es la primera vez que se cría con éxito una lubina de cardumen genéticamente pura en un criadero de peces de FWC y ha sido posible gracias al trabajo conjunto de la División de Manejo de Pesquerías de Agua Dulce y del Instituto de Investigación de Pesca y Vida Silvestre de FWC.
El objetivo es mejorar la población silvestre de lubinas de cardumen para ayudar a mantener la pureza genética de la especie y a conservarla a largo plazo.
La cría se realiza en el Centro de Investigación y Desarrollo Pesquero de Blackwater, cerca de Holt (noroeste de Florida), cuyo gerente.
Los biólogos de pesca de agua dulce de FWC continuarán monitoreando la población de lubinas del río Chipola y evaluarán la contribución de estos esfuerzos a través de pruebas genéticas.