Se estima que 12.7 millones de personas en el mundo padecen de ceguera debido a problemas relacionados con sus córneas, pero solo uno de cada 70 pacientes tiene posibilidades de recibir un trasplante, ya que el procedimiento suele ser costoso.
Ante este panorama, un equipo internacional de investigadores desarrolló una córnea protésica de bajo costo, elaborada con proteína de colágeno de piel de cerdo. Durante un estudio piloto, el implante devolvió la visión a 20 personas con córneas dañadas, la mayoría de las cuales eran ciegas antes de someterse al procedimiento.
Según detallan los expertos, para crear el implante fue necesario estabilizar las moléculas de colágeno sueltas, obteniendo de este proceso un material robusto y transparente lo suficientemente maleable y resistente para ser manipulado e implantado sin deformarse.
Al ser un subproducto de la industria cárnica, la piel de cerdo utilizada como materia prima es de fácil acceso y bajo costo, por lo que, de producirse en masa, sería accesible para miles de personas de bajos recursos que requieren una nueva córnea.
Además, señalan los académicos, estas pueden almacenarse hasta por dos años, garantizando su disponibilidad en cualquier momento.
Nuevos implantes sin sutura
Del mismo modo, los investigadores desarrollaron un novedoso y poco invasivo procedimiento de trasplante.
Actualmente, el tejido dañado es retirado quirúrgicamente y el implantado se cose al ojo para fijarlo. En contraste, su metodología no requiere de suturas, ya que la incisión en el globo ocular se realiza con gran precisión gracias al uso de un láser de última generación.
“Un método menos invasivo podría utilizarse en más hospitales, con lo que se ayudaría a más personas. Con nuestro método, el cirujano no necesita extraer el tejido del propio paciente. En su lugar, se realiza una pequeña incisión, a través de la cual se inserta el implante en la córnea existente”, explicó el investigador Neil Lagali, coautor del estudio, quien además dirige el equipo multidisiplinario que realiza el proyecto.
Asimismo, dijo que los resultados demuestran que es posible desarrollar un biomaterial que cumpla todos los criterios para ser utilizado como implante humano, que pueda producirse en masa y almacenarse hasta dos años y, de este modo, llegar a más personas con problemas de visión.