Un avistamiento de moscas carnívoras de la especie 'Thyreophora cynophila', ha generado alerta en el sur de Francia, pues este insecto se creía extinto desde 1836.
Las conocidas como moscas quebrantahuesos, fueron detectadas de nuevo en España en 2009 sin embargo, en el Parque Nacional de los Pirineos de Francia, se encontró un gran número de ellas en febrero de 2022.
De acuerdo con un comunicado de este parque, durante una vigilancia sanitaria en el Valle de Ossau en febrero pasado, un guardabosques pudo observar moscas sobre los restos de un jabalí que se encontraban sobre la nieve a una altitud de mil 700 metros sobre el nivel del mar.
Las moscas de esta especie son más activas en invierno, momento en que sus larvas se alimentan de los restos de animales que se descomponen en la nieve, en su mayoría grandes mamíferos.
Esto es lo que se sabe de la mosca quebrantahuesos
La Thyreophora cynophila fue descrita por primera vez por Georg Wolfgang Franz Panzer en 1798, en aquella ocasión bajo el nombre de Musca cynophila.
El insecto volador se describió en alemán como Hundefliege ("mosca-perro"), pues fue encontrado sobre el cadáver de un perro en Mannheim, Alemania.
Esta especie mide casi 10 milímetros de largo y su cabeza es de color naranja brillante, mientras que el cuerpo es de color azul metálico; mientras que sus alas tienen un par de manchas negras.
Su primer rango geográfico era en Alemania, Francia y Austria. La especie no se registró en la naturaleza después de 1836 y durante mucho tiempo se consideró extinta.
Algunas de las razones sugeridas para su desaparición fue el cambio en el manejo del ganado y la pérdida de megafauna depredadora, pues esto provocó la escasez de cadáveres grandes con huesos parcialmente aplastados, pues gracias a estas características, estos insectos alcanzan la cavidad medular y la médula ósea, por lo que se le negó a la mosca su probable hábitat de reproducción.
A finales de 2009, un fotógrafo tomó la imagen de una mosca que no reconocía en el Parque Natural de la Sierra de Cebollera en La Rioja, España, por lo que buscó ayuda en la identificación de entomólogos, quienes lograron identificar la especie.