Científicos de la Universidad de Oviedo, en España, han revelado el código genético de la ‘medusa inmortal’, una especie marina capaz de rejuvenecer y hacer retroceder su estado adulto al de pólipo, que podría ayudar a desvelar el secreto de la longevidad y encontrar nuevas claves sobre el envejecimiento en los humanos.
En su estudio, publicado el lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, los especialistas María Pascual Turner, Víctor Quesada y sus colegas de la Universidad de Oviedo mapean la secuencia genética de Turritopsis dohrnii, la única especie conocida de medusa capaz de volver a su estado larvario tras la reproducción sexual.
Al igual que otros tipos de medusas, Turritopsis dohrnii pasa por un ciclo de vida de dos partes, viviendo en el fondo del mar durante la etapa asexual, donde su función principal es sobrevivir en épocas de escasez de alimentos. Cuando las condiciones son las adecuadas, las medusas se reproducen sexualmente.
‘Medusa inmortal’, las claves contra el envejecimiento
“Si bien el envejecimiento afecta a la mayoría de los organismos vivos, el hidrozoo Turritopsis dohrnii es la única especie capaz de rejuvenecer repetidamente después de la reproducción sexual, volviéndose biológicamente inmortal”, escribieron los autores del estudio publicado el lunes por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
“Establecer el genoma completo de este metazoo es indispensable para estudiar en profundidad los mecanismos responsables de su fenotipo inmortal”, agregaron los expertos. Aunque muchos tipos de medusas tienen cierta capacidad para revertir el envejecimiento y volver a una fase larvaria, la mayoría pierden esta capacidad una vez que alcanzan la madurez sexual, algo que no le pasa a T. dohrnii.
“Turritopsis dohrnii es el único metazoo capaz de rejuvenecer repetidamente después de que sus medusas se reproduzcan, lo que insinúa la inmortalidad biológica y desafía nuestra comprensión del envejecimiento”, agrega el estudio.
El estudio abre una vía todavía lejana para avanzar en la lucha de las patologías más relacionadas con el envejecimiento humano como son el cáncer o las enfermedades neurodegenerativas o cardiovasculares, aseguró la doctora en Ciencias del Mar María Pascual.
Recordó que el estudio sobre esta especie, cuyos ejemplares fueron capturados en la costa italiana y sometidos a la investigación en el Acuario de Gijón (norte español), se prolongó durante cinco años, con lo que las investigaciones que se deriven de él pueden tener un desarrollo “lento” que hace imposible calcular en qué plazo podrían tener aplicaciones clínicas para combatir esas enfermedades.
Al margen de haber descifrado el genoma de la medusa, la cuestión más interesante que desveló la investigación publicada en PNAS fue, a juicio de Pascual, la desdiferenciación de las células, una especie de reprogramación que les permite pasar de ser una célula especializada a una célula madre y tener así la capacidad para convertirse en cualquier otra del organismo.
”Cuando encontramos ese resultado fue bastante sorprendente, no esperábamos que apareciera de una forma tan clara”, afirmó.