Las experiencias de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y 2017, que el próximo lunes conmemoran un nuevo aniversario, representaron momentos de inflexión para el país. En México sí hay una mayor cantidad de sismos a diferencia de la mayoría de los países del mundo, pero esto es por las llamadas placas tectónicas, como la de Cocos.
La litósfera, o lo que es la capa más externa de la corteza de la Tierra, está fragmentada en placas. México, por ejemplo, está en una zona de alta sismicidad, ya que el territorio que compone al país está distribuido en cinco de estas estructuras: las placas de Norteamérica, de Cocos, del Pacífico, de Rivera, y del Caribe.
De acuerdo con información del Servicio Geológico Mexicano (SGM), la mayor parte del territorio continental pertenece a la placa Norteamericana, mientras que la península de Baja California pertenece a la placa del Pacífico; en el litoral del Pacifico se tiene la microplaca de Rivera, la placa de Cocos, y la del Caribe.
¿Dónde se ubica la placa de Cocos?
La placa de Cocos se encuentra del lado oeste de México. Al norte limita con la placa de Norteamérica, la cual engloba todo el norte del continente. Al este limita con la placa del Caribe, la cual se ubica en el mar Caribe y en el norte de Sudamérica.
La placa de Cocos es generada en la cordillera del Pacífico Oriental, abarca desde la zona de fracturas de Rivera hasta el sistema de cordilleras de Galápagos y es consumida en la Trinchera Mesoamericana o Trinchera de Acapulco que se extiende desde Nayarit hasta la frontera sur de Costa Rica, según el SGM.
Al sureste de la Dorsal de Tehuantepec se encuentra un punto triple donde un sistema de fallas separa la placa Norteamérica de la Caribe y donde la placa Cocos comienza a ser subducida bajo ésta; esto constituye significantes riesgos naturales para gran parte del centro y sur de México.
Los estados mexicanos mayormente afectados por los movimientos de la placa de Cocos son: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Colima, Sonora y Baja California Sur, según el Sistema Sismológico Nacional.
La placa de Cocos se originó hace millones de años, luego de que la antigua placa de Farallón se fracturase en varias placas pequeñas. La placa de Farallón era una antigua placa ubicada en lo que hoy es Norteamérica, que se fragmentó en varios pedazos luego de la separación de Pangea en el periodo Jurásico.
Si una placa choca contra otra puede generar una liberación de energía que culmine en un terremoto, aunque también hay casos como el sismo de magnitud 7.1 del 19 de septiembre de 2017, que se originó por una ruptura dentro de la placa de Cocos.
Con información del Centro de Geociencias y del Instituto de Geofísica de la UNAM.